¿Quién iba a decir que a estas alturas en Cuba hubiera algo que descubrir?, Pues resulta que un equipo de investigación de la Universidad de Vigo ha dado para la ciencia con dos nuevas especies pertenecientes a la familia de las orquídeas, que han sido denominadas Tetramicra riparia y Encyclia navarroi. La primera en la zona oriental del país y la otra en la más occidental. ¿Quién iba a decir que a estas alturas en Cuba hubiera algo que descubrir?, Pues resulta que un equipo de investigación de la Universidad de Vigo ha dado para la ciencia con dos nuevas especies pertenecientes a la familia de las orquídeas, que han sido denominadas Tetramicra riparia y Encyclia navarroi. La primera en la zona oriental del país y la otra en la más occidental.
«La Encyclia navarroi es una orquídea de flores considerablemente grandes, y un año después encontramos la especie Tetramicra riparia que, todo lo contrario, posee flores muy pequeñas, y debe su nombre a que crece a orillas de arroyos pedregosos en las montañas de Baracoa, una de las zonas más lluviosas y menos exploradas de Cuba», aseguró Ángel Vale, investigador de la Universidad de Vigo y coautor de los trabajos que publicaron las revistas Systematic Botany y Annales Botanici Fennici.
A diferencia de la mayoría de las plantas, muchas orquídeas no producen néctar u otras sustancias que sirven de recompensa para los insectos y aves que las visitan, pero a pesar de ello, los visitantes se sienten atraídos por sus colores y formas, lo que permite la reproducción sexual de estas plantas. Esto se conoce como polinización por engaño.
El grupo de investigación de Ecología y Evolución de Plantas de la Universidad de Vigo, al que pertenece Vale, investiga las consecuencias ecológicas y evolutivas de la polinización por engaño en orquídeas endémicas de Cuba, Jamaica, La Española y Puerto Rico. Uno de las incógnitas que pretenden despejar es si los grupos de orquídeas engañadoras poseen mayor diversidad taxonómica y genética que otras especies productoras de néctar.
