Los nuevos lineamientos, impulsados por el Partido Comunista de Cuba, dedican buen espacio a las necesidades de potenciar la actividad agroindustrial de la mayor de las Antillas y en ellos se habla de recuperar las producciones azucarera, de café, cacao, frutas, ganado, arroz y frijoles, casi todas las ramas industriales y hasta desarrollar la flota mercante, sólo por mencionar algunos de ellos. Los nuevos lineamientos, impulsados por el Partido Comunista de Cuba, dedican buen espacio a las necesidades de potenciar la actividad agroindustrial de la mayor de las Antillas y en ellos se habla de recuperar las producciones azucarera, de café, cacao, frutas, ganado, arroz y frijoles, casi todas las ramas industriales y hasta desarrollar la flota mercante, sólo por mencionar algunos de ellos.
Es algo así como un resumen de todo lo que era hace veinte años, cuando comenzó el denominado Período Especial, y ya no es.
Cuando había que enfrentarse a algo muy, muy, muy difícil, mi abuela afirmaba: Será milagro si se logra.
Y sería bueno que se logre, aunque sea de milagro, y que un país que fue la azucarera del mundo deje de comprar el dulce en Colombia; exporte el mejor café del planeta y evite consumir el más malo de no se sabe dónde; vuelva a los tiempos en que había más cabezas de ganado que habitantes, que los turistas se deslumbren con las frutas más exóticas siempre que no sean traídas de México, que las chimeneas echen humo nuevamente aunque haya más contaminación; que surja del fondo de los mares una de las flotas más grandes de América, creada en pocos años precisamente para burlar el embargo gringo, y muchos detalles más, todo ello sin perder e incluso mejorando todo lo realmente bueno que se logró en los últimos 50 años.
Cuando recuerda todas estas cosas, Radio bemba termina jadeando, con la lengua afuera, pero piensa que hay que coger resuello porque, al fin y al cabo «no todo está perdido», como dijera el argentino Fito Páez.
Sería interminable desmenuzar todo el contenido de este documento que, si no hay marcha atrás -cosa posible pero nada recomendable- marcará el futuro inmediato y a largo plazo de Cuba.
