La normalización de la relaciones entre Cuba y EEUU marcha sin prisa y hasta con pausas, como evidenció la autorización dada por el Departamento de Transporte a seis aerolíneas norteamericanos para realizar diez vuelos diarios de ida y vuelta a Cuba cada una a partir de los próximos meses. La normalización de la relaciones entre Cuba y EEUU marcha sin prisa y hasta con pausas, como evidenció la autorización dada por el Departamento de Transporte a seis aerolíneas norteamericanos para realizar diez vuelos diarios de ida y vuelta a Cuba cada una a partir de los próximos meses.
La medida había sido anunciada por Washington hace meses pero ya muchos en La Habana ni se acordaban del asunto y este pequeño e importante paso al parecer no les ha causado “ni fu ni fa” a más de uno convencidos ya casi todos de que “pasará bastante tiempo antes de que el primer avión aterrice en Rancho Boyeros”.
No obstante, también están seguros de que como la mayoría de los norteamericanos aún tienen prohibido viajar a la isla libremente, el reinicio de los vuelos después de más de 50 años a quienes beneficiará de inmediato será a los cubanos residentes en el Norte.
Estos viajan a la isla por cientos de miles cada año, pero en vuelos chárter que resultan muy caros, y todos esperan que con las líneas regulares sea mucho más fácil sacar pasajes a Cuba, sobre todo en las vacaciones de verano o en Navidad y, en especial, que los precios de los boletos caigan en picada, aunque eso, dicen los menos confiados, “todavía está por ver”.
