La otra noticia de las elecciones del día 3 es que aquella participación masiva con noventa y pico por ciento largo de asistencia a las urnas pasó a mejor vida, pues como informó la Comisión Nacional Electoral, ejercieron el voto 7.877.906 electores, «solo» el 89,68 % de los inscritos, lo que significa que, sacando una cuenta bien simple, más o menos, de cada diez cubanos con derecho al sufragio, uno no se apareció por las urnas. La otra noticia de las elecciones del día 3 es que aquella participación masiva con noventa y pico por ciento largo de asistencia a las urnas pasó a mejor vida, pues como informó la Comisión Nacional Electoral, ejercieron el voto 7.877.906 electores, «solo» el 89,68 % de los inscritos, lo que significa que, sacando una cuenta bien simple, más o menos, de cada diez cubanos con derecho al sufragio, uno no se apareció por las urnas.
Comparado con lo que ocurre en casi todas partes, esa asistencia es más que bastante, pero la falta de costumbre el dato se hizo notar en algunos corrillos.
«¿Viste como faltaron gente a la votación?» le preguntó Emilia, una profesora universitaria a su esposo Helio.
«Pues a mí no me parece, lo que pasa es que estamos acostumbrados a que vote hasta el gato y eso te demuestra que también en eso las cosas están cambiando en este país» le respondió Helio sin desviar la atención del juego de pelota en el televisor.
«Pues yo creo que fueron más de la cuenta, pues en estas elecciones uno no conoce a los candidatos como pasa en las municipales, y a la gente le gusta saber por quién vota», terció su hija desde el portal.
«¡Ay vieja! No cojas lucha con eso que si la gente tiene derecho a votar, también tiene derecho a ‘hacer como Chepo y dejarla pasar, y no pasa nada», fue la opinión de Ernestico, el vástago de la familia, que este año se estrenó como elector.