Cuba comienza a mostrar pequeños signos de apertura cultural

Fernando Ravsberg, corresponsal de la BBC en Cuba, publica un blog en las páginas de Internet que mantiene en castellano la radiotelevisión pública británica. Fernando Ravsberg, corresponsal de la BBC en Cuba, publica un blog en las páginas de Internet que mantiene en castellano la radiotelevisión pública británica.

La bitácora se ha convertido en los últimos tiempos en una de las principales referencias de los ‘cubanólogos’ internacionales, entre otros motivos por su habilidad para detectar los rastros del cambio de actitudes y costumbres que parece empezar a aflorar muy tímidamente en la sociedad de la Isla.

En uno de sus post más recientes, titulado ‘Y, sin embargo, se mueve’, Ravsberg da cuenta de cómo los artistas cubanos y la vida cultural de la mayor de las Antillas empiezan a tensar los límites de lo que hasta hace bien poco resultaba permisible en el país.

Hay muchos ejemplos aislados de esta tendencia que, cuando se analizan en su conjunto como hace este periodista, muestran una realidad desconocida hasta ahora.

El corresponsal relata una ‘perfomance’ de Tania Bruguera en la que Yoani Sánchez pidió desde un podio Internet libre para todos. También informa de una exposición de Carlos Garaicoa en el Museo de Bellas Artes, titulada «Las joyas de la Corona».

Son ocho piezas de plata que representan centros de represión y tortura del mundo. En palabras del propio Ravsberg, «lo que resulta verdaderamente sorprendente es que junto a la prisión norteamericana de Guantánamo, el Estadio de Chile y la Escuela Mecánica de la Armada argentina, aparece Villa Marista, la sede de la Dirección de Seguridad del Estado (DSE) de Cuba».

Y hay más. La semana pasada, 14 años después de su estreno, la televisión cubana ha emitido por fin la película «Fresa y chocolate», en la que se cuenta la represión del Estado cubano contra la comunidad homosexual.

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