El Mundial de Rusia está en todas partes y también en Cuba, donde el deporte de las multitudes gana cada vez más adeptos, que se suman en masa en medio del ambiente futbolístico universal, haciendo gala por todas las vías posibles de sus preferencias por uno u otro equipo.
El Mundial de Rusia está en todas partes y también en Cuba, donde el deporte de las multitudes gana cada vez más adeptos, que se suman en masa en medio del ambiente futbolístico universal, haciendo gala por todas las vías posibles de sus preferencias por uno u otro equipo.
La mejor evidencia de tal preferencia son las banderas que ondean en los lugares más insospechados de la capital, lo mismo en la antena de un coche, que tendida desde un balcón o izada en las azoteas de cualquier barrio, donde en ocasiones la presencia de más de una enseña nacional indica que hasta en las familias hay hinchas rivales.
Si bien los ganadores aún no están definidos, a juzgar por la profusión de banderas España parece contar con el mayor número de seguidores, pero también se ven muchas de Alemania, Brasil y Argentina; tampoco falta la de Francia y alguna que otra de Portugal y hasta de Italia, aun cuando este país no esté presente en los estadios de Rusia.
Y para beneplácito de los amantes del futbol, la televisión cubana trasmite en vivo y en directo todos los partidos, que por los inconvenientes de la diferencia de horario con la lejana Rusia, son retransmitidos por la noche para quienes no pudieron verlos o deseen repetir las alegrías y sufrimientos de sus equipos favoritos.
