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Sony se queda con el «filón» de la música cubana

Sony Music Entertainment, la segunda de las tres grandes compañías discográficas que dominan el mercado mundial musical, ha llegado a un acuerdo histórico con y la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) en La Habana. De esta forma, la multinacional accede a un portentoso catálogo de músicos cubanos que entran así por todo lo alto a competir por la atención de esta industria a escala global Sony Music Entertainment, la segunda de las tres grandes compañías discográficas que dominan el mercado mundial musical, ha llegado a un acuerdo histórico con y la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) en La Habana. De esta forma, la multinacional accede a un portentoso catálogo de músicos cubanos que entran así por todo lo alto a competir por la atención de esta industria a escala global. De hecho, la batalla por la atención mediática ya ha comenzado y esta misma noticia ha comenzado a tener resonancia a través de uno los principales referentes de ese mundo. Se trata de Billboard, la principal publicación especializada en el negocio musical de EEUU, que ha sido precisamente la encargada de anunciar esta noticia.

Artistas como Omara Portuondo, Los Van Van, Bola de Nieve, Ibrahim Ferrer, Compay Segundo o Elena Burke forman parte de este acuerdo que cubre a más de 20.000 canciones como parte de un catálogo que se extiende desde los años 60 hasta la actualidad. Aunque las negociaciones se han estado gestando durante más de dos años, no cabe duda de que se han visto beneficiadas a la hora de materializarse por el “deshielo” en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

A pesar de las restricciones del embargo que Obama se vio obligado a renovar la semana pasada, el acuerdo comercial es posible gracias a la excepción para “materiales informativos y bienes artísticos” que admite la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estadounidense. Es decir, las medidas ejecutivas que el presidente de EEUU ha ido introduciendo para burlar las limitaciones, continúan produciendo resultados. En esta ocasión, por primera vez, una multinacional tiene acceso a todo un catálogo completo de grabaciones y audiovisuales de músicos cubanos para su distribución internacional durante varios años.

Se especula así con que este sea tan sólo el primer paso del desembarco de empresas estadounidenses del área de la cultura en la Isla. Incluso, fuentes próximas a Radio Bemba, afirman que, más pronto que tarde, la música cubana reconquistará el mercado latino estadounidense. Un lugar en el que mandaba antes del embargo y en el que los artistas cubanos están cada vez más cotizados. De momento, después de décadas de aislamiento y limitaciones, la “armada sonora” cubana ya está dispuesta a asaltar todas las plataformas de música y video disponibles. Y también el mercado publicitario ya que este catálogo incluye las canciones más reconocibles, quizá su principal atractivo dado las múltiple posibilidades de uso comercial que implican.

De momento también hay una serie de personajes que parten en una situación de privilegio. Se trata, por ejemplo, de Emilio Estefan, el principal jefe de la música cubana en Miami tiene una relación histórica con Sony. Pero también de la imaginativa y ‘poderosa’ ‘industria musical privada’ cubana, que pese a que aún se mueve en la ‘semiclandestinidad’, ha tomado desde hace tiempo el control de las tendencias juveniles en la isla, gracias al ‘cubatón’, la versión autóctona del ‘reguetón’. Pero ahora que la competición ha comenzado podemos estar seguros que otros actores no tardarán tampoco en hacer sus movimientos. Es el caso, por ejemplo, de la mayor discográfica del mundo, Universal, que ya tiene los derechos de las grabaciones ‘modernas’ de artistas como Chucho Valdés y Pablo Milanés.

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