El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) ha anunciado que incorporará a su colección permanente la obra “Sin título” de la artista cubana Tania Bruguera quien parece consolidarse como la creadora mejor posicionada para aprovechar el incipiente “boom” del arte cubano. El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) ha anunciado que incorporará a su colección permanente la obra “Sin título” de la artista cubana Tania Bruguera quien parece consolidarse como la creadora mejor posicionada para aprovechar el incipiente “boom” del arte cubano.
No en vano, además de esta adquisición, un hecho más que suficiente para pasar a ocupar un lugar de privilegio en los mercados internacionales del Arte, también esta semana la Ciudad de Nueva York la ha escogido como la primera artista en residencia de la Oficina de Asuntos de Inmigración de su Alcaldía. La estadía de Bruguera tendrá al menos un año de duración. Una circunstancia que, el medio que ha desvelado la noticia, The New York Times, califica como “inusual”.
Bruguera ayudará a la agencia a registrar inmigrantes indocumentados para el popular programa de tarjetas de identificación municipal ya que éstas proporcionan beneficios como el acceso gratuito a varias instituciones culturales, bibliotecas, y a descuentos en la prescripción de medicamentos. Según las declaraciones recogidas por el NYT, Bruguera espera poder llevar al programa “conocimiento emocional” ya que para muchos inmigrantes lo primero que sienten que se les retira es “su derecho a ser seres políticos, pero también su habilidad de soñar e imaginar su identidad de formas creativas”.
No obstante, aún habrán de superarse ciertos obstáculos ya que aunque justo antes de que se produjesen estos anuncios, el pasado viernes, Bruguera recuperó el pasaporte que le había sido confiscado por las autoridades el pasado diciembre; la artista ha declarado que no abandonará Cuba hasta que haya recibido copia legal por escrito que le garantice que podrá regresar a la Isla.
Hay que señalar que estas noticias se producen en el marco de un cada vez mayor interés en torno al mundo del arte de origen cubano y así la última edición de la Bienal de La Habana, recién finalizada, se caracterizó por una inusual llegada de marchantes internacionales. Entre ellos, se incluyeron alguno de los grandes inversores de ese mundo como Ella Fontanals-Cisneros o la multinacional francesa LVMH que a través de su marca Louis Vuitton patrocinó a los artistas actualmente representados por la Galleria Continua, una galería que en 2004 ya fue pionera al abrir su propio espacio en China con la presencia de artistas internacionales.
Del mismo modo, algunas de las principales casas de subastas del mundo, como Sotheby´s han organizado en los últimos meses jornadas que han tenido a los artistas de la Isla como principales protagonistas. Valga como ejemplo la venta a finales de mayo del cuadro “Les oiseaux voilés”, del maestro de la vanguardia cubana Wifredo Lam por 1,2 millones de dólares.
En esta ocasión, también nos encontramos a actores del sector posicionándose en torno a una artista que según algunos analistas podría ser la próxima Marina Abramović. Así, la estancia de Tania Bruguera en la ciudad de Nueva York será financiada con la ayuda de la fundación Shelly & Donald Rubin.
Toda una serie de movimientos que podrían multiplicarse aún más si el Gobierno cubano cambiase su actual sistema de gestión, que obliga a que las galerías sean estatales y, por tanto, fijen los precios. De esta forma, si se autorizase la gestión privada, se produciría una mayor volatilidad que incrementaría las oportunidades y el volumen de negocio para todos aquellos que ya están ahora situándose en un lugar de privilegio.
