Un grupo de cubanos exiliados en Miami han conseguido censurar un libro y sacarlo de las bibliotecas escolares del condado. Para ello han iniciado un proceso que amenaza con llegar a la Corte Suprema de EEUU. Un grupo de cubanos exiliados en Miami han conseguido censurar un libro y sacarlo de las bibliotecas escolares del condado. Para ello han iniciado un proceso que amenaza con llegar a la Corte Suprema de EEUU.
El libro que ha levantado tanto revuelo, y que sólo se ha hecho famoso por ello, es el libro infantil vamos a Cuba, que según los censores, no habla de la dictadura de Castro, por lo que engaña y confunde la mente de los más pequeños.
El caso no es ninguna tontería, puesto que el número de apelaciones por él, asciende ya a 11, y la decisión de los magistrados de la Corte de Apelaciones sobre sacar o no el libro de las bibliotecas escolares del condado de Miami Dade, puede tardar aún varios meses.
Lo que para unos es una lucha entre la censura y la libertad de expresión, para los otros es un empeño heróico para eximir a los niños de una influencia ‘malvada’, o de que asimilen conceptos erróneos en su mente.
Más allá de una lucha educativa por decidir que es lo que conviene o no leer a los niños, se trata de una pugna por el poder.