Vilma de vuelta en su natal Santiago de Cuba. Fue a reunirse con los compañeros de guerrilla, para continuar la lucha como icono de un pueblo que la considera una heroína. Vilma de vuelta en su natal Santiago de Cuba. Fue a reunirse con los compañeros de guerrilla, para continuar la lucha como icono de un pueblo que la considera una heroína.
Sus cenizas descansan ahora en el corazón de una piedra de granito gris situada en la cabecera del Mausoleo del II Frente Frank País, en las mismas tierras donde hace medio siglo resultó una integrante sobresaliente de aquel contingente de jóvenes rebeldes. Entre el poblado de Soledad de Mayarí y la cima de Mícara se halla el Mausoleo. Allí, roto por el dolor, Raúl Castro colocó el pequeño cofre con las cenizas de su amada esposa, de aquella que un día fue la muchacha a quien enamoró en medio del fragor del combate compartido, de la joven que desde antes, cuando el golpe de estado batistiano de 1952, había empezado a entender que su vida estaría por siempre ligada a las mejores causas de la Patria.
El nicho excavado en la dura roca acogió el pasado viernes 22 de junio, a la inseparable colaboradora de Frank País y fiel seguidora de las ideas de Fidel.
