En un comunicado oficial reciente el Gobierno colombiano ha admitido que se dispone a iniciar negociaciones con Cuba para firmar un tratado de libre comercio bilateral. En un comunicado oficial reciente el Gobierno colombiano ha admitido que se dispone a iniciar negociaciones con Cuba para firmar un tratado de libre comercio bilateral. Ambos gobiernos se han comprometido a explorar la eliminación de ciertas barreras arancelarias y la extensión de tarifas preferenciales para algunos productos como primer paso de una integración más amplia.
El origen de la negociación se encuentra, según fuentes oficiales, en la visita efectuada a la Isla por la canciller colombiana Carolina Barco, que en su viaje tuvo la oportunidad de entrevistarse con el presidente cubano Fidel Castro. Barco quería agradecerle personalmente al líder antillano el detalle de haber cedido su territorio como sede de las últimas conversaciones de paz que han sostenido los representantes del Gobierno colombiano y de la guerrilla. De hecho, la ministra transmitió al mandatario cubano una invitación personal de su presidente Alvaro Uribe para que Fidel realice, si lo desea una visita oficial a Colombia. Aparentemente, hoy por hoy, al Gobierno colombiano no le preocupan los problemas que este acercamiento a Cuba le pueda plantear con Washington, a pesar de que Colombia ha firmado no hace mucho, el pasado mes de febrero, un tratado de libre comercio con EEUU.
Es cierto, como explican algunos expertos, que Uribe siempre ha sido un firme partidario del libre comercio y de separar las consideraciones económicas de los avatares políticos. Como demuestra, por ejemplo, lo muy activo que se ha mostrado su gobierno a la hora de negociar tratados comerciales bilaterales. En este momento, mantiene conversaciones con El Salvador, Guatemala y Honduras y el pasado año cerró un acuerdo con Hugo Chávez para la construcción de un gasoducto submarino entre Colombia y Venezuela que requerirá una inversión conjunta de, al menos, 330 millones de dólares.
Pero, por ahora, el inicio de las conversaciones con Cuba, es poco más que un gesto, según los analistas. El comercio bilateral supone algo menos del 1% del total para cada una de las dos naciones. Sin embargo, hay otros aspectos que considerar.
