Cuba comenzaría pronto a recibir productos agroindustriales de diez empresas agrícolas rusas que se especializan en lácteos y cárnicos, informó desde Moscú el Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario de Rusia, luego de que el pasado año expertos de la isla inspeccionaran entidades de varias regiones de ese inmenso país.
Cuba comenzaría pronto a recibir productos agroindustriales de diez empresas agrícolas rusas que se especializan en lácteos y cárnicos, informó desde Moscú el Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario de Rusia, luego de que el pasado año expertos de la isla inspeccionaran entidades de varias regiones de ese inmenso país.
Adundó que entre las compañías que suministrarán su producción a Cuba se encuentran cuatro avícolas, una de producción de carne de res, tres que se especializan en la elaboración de cárnicos y otras dos que se dedican a los lácteos.
La noticia, aunque poco divulgada todavía en la Isla, ha causado cierto revuelo en algunos círculos de Radio bemba, al traer a la actualidad viejos recuerdos sobre la «historia» de las baratísimas laticas de carne rusa.
Cuando a principios de la década de 1960 aparecieron las primeras latas de carne de res o de cerdo, los detractores de todo lo que oliera a comunismo corrieron las bolas más increíbles, e incluso llegaron a decir que esa carne era de oso siberiano; pero el tiempo y las necesidades pusieron las cosas en su lugar, hasta el punto de que a estas alturas no pocos añoran los «buenos tiempos» cuando los mercados cubanos estaban abarrotados de conservas de la extinta URSS y otros naciones de Europa Oriental.
