Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Las palabras del arzobispo Jaime Ortega repercuten en toda Cuba

El jefe de la iglesia católica cubana siempre ha sido temido por los hermanos Castro. Se trata, al fin y al cabo, de un tipo con carisma. Y el cardenal ha hablado claro. El jefe de la iglesia católica cubana siempre ha sido temido por los hermanos Castro. Se trata, al fin y al cabo, de un tipo con carisma. Y el cardenal ha hablado claro. Ha pedido la liberación inmediata de los presos políticos. Lo mismo que exigen los opositores en huelga de hambre. Con un importante valor añadido. La voz de los «ciberdisidentes» se escucha en el exterior, pero apenas repercute dentro de la Isla. La voz de Ortega, por el contrario, se oye con total nitidez en todos los rincones de Cuba.

El Gobierno cubano legisló para que, de hecho, la religión católica fuera la dominante en el país y el arzobispo cesó en las críticas y empezó a apostar por el diálogo. Aunque, entre viejos enemigos la paz nunca está exenta de tensión y algunos vieron la mano de la Iglesia, poco después, en el nacimiento y desarrollo del ‘Proyecto Varela’. Una propuesta para cambiar el régimen desde dentro que impulsó Osvaldo Payá, un político democristiano.

Hace unos meses, este mismo año, un artículo del presbítero y master en Economía Boris Moreno, publicado por Palabra Nueva, la revista de la Arquidiócesis de La Habana, pedía sin ambages una reforma económica profunda , libertad de expresión y la apertura de un proceso de dialogo para la transición.

Poco después, tras el fallecimiento de Orlando Zapata, la Iglesia puso en duda la versión oficial del suceso, sin mucha beligerancia en este caso, al afirmar que había solicitado que le permitieran ver al preso para constatar su estado y no había recibido la autorización pertinente. Ahora, la jerarquía católica cubana ha dado un paso más. Y con un portavoz acreditado.

Más información

Scroll al inicio