El presidente del Gobierno español, Marino Rajoy, ha elegido como director de la inminente campaña para las elecciones generales, al que ya era su mano derecha en el Gobierno, Jorge Morgas, su director de Gabinete. Rajoy envía así una señal disruptiva respecto a sus socios internacionales, en unos momentos en que todos parecen querer estrechar relaciones con la Isla, ya que refuerza como su mano derecha a un partidario de la oposición firme al actual Gobierno cubano. El presidente del Gobierno español, Marino Rajoy, ha elegido como director de la inminente campaña para las elecciones generales, al que ya era su mano derecha en el Gobierno, Jorge Morgas, su director de Gabinete. Rajoy envía así una señal disruptiva respecto a sus socios internacionales, en unos momentos en que todos parecen querer estrechar relaciones con la Isla, ya que refuerza como su mano derecha a un partidario de la oposición firme al actual Gobierno cubano.
De hecho, aunque Moragas ya trabajó en la Moncloa como integrante de la Secretaría General de la Presidencia en el primer Gobierno de José María Aznar, en 1996; su gran salto a la fama se produjo gracias al incidente que protagonizó en el aeropuerto de La Habana, cuando el 15 de octubre de 2004, fue expulsado de la Isla por pretender reunirse con la disidencia. Incluso hay quien dice que fue este incidente, junto a sus manifestaciones contra el gobierno cubano, el que le catapultó a asumir el mando de las Relaciones Internacionales del partido.
Más recientemente, tan sólo unos pocos meses antes de asumir el Gobierno, en una entrevista con el diario El País, el ya entonces jefe de Gabinete de Mariano Rajoy, declaró que aunque se habían producido “algunas tímidas económicas” cuyo resultado “está por ver”; al no haberse producido ninguna reforma política, “no entendemos por qué se debía modificar la Posición Común de la UE”. Una modificación en la que, sin embargo, en la actualidad parece haber consenso entre los socios europeos. Señalar también que unos meses antes de esa declaración incluso había arremetido contra la Iglesia de Cuba a la que acusó de “pecar de ingenua” al realizar gestos de acercamiento hacia el gobierno de la Isla.
Pero quizá lo más revelador sean sus vínculos con la línea más dura del exilio cubano que en 2007 le concedió en Miami el “Premio de la Libertad”, a través la asociación estadounidense Florida Bankers. La misma asociación que con el inicio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos en diciembre del año pasado declaró a través de su presidente, Alex Sánchez, que “aquellas entidades que hagan negocios con Cuba serán estigmatizadas en la comunidad cubano-americana”, para a continuación añadir que “Cuba en su actual condición no tiene el dinero para nada”.
Para no dejar dudas respecto a la posición hacia el actual proceso el propio Sánchez declaró unos meses después, en declaraciones recogidas por el diario Sun Sentinel que “dudo que Cuba bajo su actual gobierno tiránico, que ha mantenido durante los últimos 50 años, sea el entorno adecuado para que el sector privado invierta”.
Pese a todo lo anterior, también es cierto que hay quien podría esperarse que la posición de Moragas podría adaptarse al nuevo contexto internacional; pero también hay que recordar, a propósito del ya reseñado incidente de 2004, que poco le importó entonces a Moragas el contexto. De hecho, el en aquel momento Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, declaró que aquel suceso sólo sirvió para hacer «más difícil el mantenimiento del diálogo» con Cuba. No en vano, dicho incidente se produjo tan sólo tres días después de que el embajador de España en Cuba, Carlos Alonso Zaldivar, expresase la intención del Gobierno español de liderar un cambio en la posición común de la UE y recomponer relaciones con el gobierno de la isla.
Además, dicho suceso no se trató de un hecho aislado ya que venía precedido de la visita a Cuba que Moragas había realizado unos meses antes, también con visa de turista, para reunirse con el líder opositor Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL). El mismo opositor que, en un nuevo suceso dentro de la misma línea que se ha mantenido desde el Partido Popular hacia la Isla, falleció como consecuencia del accidente de tráfico protagonizado por el dirigente de Nuevas Generaciones, Ángel Carromero, quien una vez más había entrado en Cuba con visado de turista.
Señalar por último que este nombramiento se produce tan sólo un mes después de que el presidente de la Fundación Hispano Cubana (FHC) y antiguo diputado del PP, Guillermo Cortázar, pidiese al Gobierno, precisamente a través de una carta dirigida a Jorge Moragas el pasado 27 de febrero, que no siguiese dando la espalda a la oposición anticastrista.
Quizá por ello, ayer mismo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo intentaba templar los ánimos y declaraba que las conversaciones de UE y EE UU con Cuba terminarán «positivamente». Habrá que estar atentos a la forma en que se desarrollará la próxima visita de Luis de Guindos a la Isla.
