En declaraciones a Prensa Latina, el ministro de Comercio Exterior de Cuba, Raúl de la Nuez, asegura que la cifra histórica conseguida en volumen y valor absoluto por el comercio exterior cubano de bienes en 2008, tras experimentar un crecimiento del 30% respecto al año anterior, demuestra que las empresas de la Isla han sido capaces de enfrentarse y superar los retos de un ejercicio marcado por la crisis económica internacional y la devastación provocada por tres huracanes casi consecutivos en los mecanismos de producción interna. En declaraciones a Prensa Latina, el ministro de Comercio Exterior de Cuba, Raúl de la Nuez, asegura que la cifra histórica conseguida en volumen y valor absoluto por el comercio exterior cubano de bienes en 2008, tras experimentar un crecimiento del 30% respecto al año anterior, demuestra que las empresas de la Isla han sido capaces de enfrentarse y superar los retos de un ejercicio marcado por la crisis económica internacional y la devastación provocada por tres huracanes casi consecutivos en los mecanismos de producción interna. De la Nuez plantea que, en los próximos años, los objetivos de las compañías de la mayor de las Antillas pasan por aumentar las exportaciones y contribuir a la reducción de las importaciones.
-¿Cómo han influido en el comercio exterior de Cuba los acontecimientos del pasado año, especialmente la devastación causada por los huracanes?
-El comercio exterior cubano de bienes alcanzó en 2008 su mayor valor histórico, y se incrementó en 30% respecto a 2007. La cifra es importante y demuestra que las empresas cubanas han superado, de modo satisfactorio, los retos que planteaba un año que fue especialmente duro y en el que ha habido que enfrentarse a la necesaria recuperación de los daños ocasionados en el sistema productivo de la Isla por tres huracanes altamente destructores que causaron pérdidas cercanas a los 10.000 millones de pesos, equivalentes al 20 % del PIB de la Isla, y afectaron a más de 500.000 viviendas y edificaciones; dos circunstancias que han alterado el ritmo sostenido de crecimiento que exhibía la economía del país. Además, en el plano internacional hubo otros problemas como los aumentos del precio de los alimentos o el petróleo que alcanzaron cifras récords a mediados del año pasado. Yo pienso que sólo un sistema político y social como el nuestro pudo aminorar el impacto negativo de una situación semejante en el nivel de vida de la población.
-¿Cuál ha sido el peso de las principales regiones del planeta en la cifra récord alcanzada por el sector en 2008?
-En cuanto a la orientación geográfica destaca especialmente el hecho de que el 53% de ese intercambio comercial se ha realizado con países de América. Luego siguen los de Europa, con el 22% de participación, los de Asia y Medio Oriente con el 21%, y el resto, un 3%, con naciones de África. El dato relativo a Latinoamérica es muy esperanzador también porque el reconocimiento conseguido por Cuba y su revolución ha alcanzado una cima sin precedentes, tras la Cumbre Cuba-CARICOM, el ingreso del país al Grupo de Río y las visitas realizadas últimamente a la Isla por muchos dignatarios regionales. Estos factores crean unas condiciones que permiten profundizar, sobre bases de mutuo beneficio, los vínculos del archipiélago con la región y que pueden ayudarnos a reducir el déficit de la balanza comercial de bienes que por la tensión en las finanzas externas, deviene el principal reto para el comercio exterior y los empresarios cubanos en este ejercicio. Y la forma más obvia para superarlo es el desarrollo de las exportaciones y la sustitución de importaciones.
-¿Qué papel puede desempeñar la Cámara de Comercio de Cuba en la evolución de las exportaciones e importaciones?
-Las empresas asociadas a la Cámara de Comercio de Cuba (CCC) en cada provincia pueden desempeñar un papel determinante en el desarrollo de los procesos relacionados con el aumento de las exportaciones y la sustitución de importaciones. Las Cámaras cuentan actualmente con más de 700 compañías asociadas y entre sus objetivos institucionales está orientar las mejores alternativas para incrementar la actividad empresarial en el país. Ahora es esencial conseguir el fortalecimiento de su estructura, propiciar una mayor comunicación con los asociados y consolidar los servicios de información comercial, asesoría jurídica y arbitraje, para facilitar a los gestores de las empresas la toma de las decisiones correctas. Otros desafíos de futuro son, por ejemplo, lograr mayor relación entre las empresas exportadoras y los organismos productores, con una estrategia a largo plazo. Desde hace dos años, desde 2007, el país trabaja en un programa de sustitución de importaciones, que presenta discretos avances, pero que aún no ha logrado, los resultados que se esperan.
