Una selección de niños cubanos participará en el torneo que se desarrollará durante el mes de julio en el ESPN Wide World of Sports Complex de Orlando. Un paso más en la diplomacia del deporte que se está desarrollando entre estos dos países y que la semana pasada hizo que el New York Cosmos jugase un partido en La Habana. Una selección de niños cubanos participará en el torneo que se desarrollará durante el mes de julio en el ESPN Wide World of Sports Complex de Orlando. Un paso más en la diplomacia del deporte que se está desarrollando entre estos dos países y que la semana pasada hizo que el New York Cosmos jugase un partido en La Habana.
Llama también la atención que el gran impulsor de esta nueva colaboración sea la estrella del béisbol cubano, José Dariel Abreu, Rookie del Año en la Liga Americana hace tan sólo dos años, después de desertar de Cuba para entrar en el mercado de agentes libres de la MLB y firmar un contrato de seis años con los Chicagos White Sox por 68 millones de dólares.
Una operación que le permitía vencer las restricciones causadas por el embargo ya que, pese a que desde septiembre de 2013 el gobierno cubano autorizó que sus jugadores puedan participar bajo contrato en distintas ligas del mundo, retiene el 20% del sueldo del jugador bajo la figura de impuestos y contribución al Seguro Social lo que iría encontra de las restricciones marcadas por su vecino del Norte. Además, el organismo gubernamental Cubadeporte es el que se encarga de contactar a los equipos extranjeros, invitar a los cazalentos, organizar demostraciones, negociar los contratos y administrar los pagos hechos por los equipos a los jugadores por lo que una operación así habría sido difícil de imaginar hace unos meses.
Pero todo está cambiando en los últimos tiempos y detrás de estos movimientos podría estar también el interés de los grandes equipos estadounidenses por ojear a las promesas del futuro, como ocurre también en el mundo del fúbol en el que los grandes equipos europeos como el Barça o el Real Madrid se han caracterizado por fichar juveniles antes de que la explosión del talento multiplicase el precio de esas operaciones.
También hay que señalar el posible interés de los grandes grupos de la comunicación y el entretenimiento por tomar posiciones de cara a una futurible desembarco en la Isla a través del patricinio como ya han hecho multinacionales de otros sectores. No olvidemos que como señalábamos el patrocinador de este evento es la cadana ESPN que pertenece a la estadounidense ABC, a su vez controlada por The Walt Disney Company.
Lo que es seguro es que esta visita del conjunto infantil se adelanta al encuentro que los Orioles de Baltimore jugarán este año en Cuba y coincidirá con la presencia en Estados Unidos de la selección nacional cubana, que jugará una serie de amistosos con un conjunto universitario estadounidense.
