«China y Cuba mantienen negociaciones para establecer un nuevo centro conjunto de entrenamiento militar en la isla, lo que ha provocado en Washington la alarma de que ello conduzca al emplazamiento de tropas y operaciones de seguridad e inteligencia de China a solo 100 millas de la costa de Florida», escribe el periódico citando a funcionarios estadounidenses.
En la actualidad, La Habana y Pekín operan conjuntamente cuatro estaciones de escuchas en territorio cubano, sostienen esas fuentes.
Las conversaciones sobre un centro de entrenamiento conjunto, según la inteligencia estadounidense, se encuentran ya en «una fase avanzada». Algunos funcionarios, señala WSJ, ven este plan como respuesta de Pekín al acercamiento entre Washington y Taipéi.
Supuestamente, la Administración de Joe Biden se puso en contacto con funcionarios cubanos para impedirlo, si bien la Casa Blanca rehusó confirmar esa información.
El pasado 8 de junio, The Wall Street Journal publicó que existe un acuerdo entre La Habana y Pekín para instalar en territorio cubano una base de espionaje china. Según las fuentes consultadas por el diario, China pagaría a Cuba «varios miles de millones de dólares» por acoger esa instalación en la isla, a unos 150 kilómetros del estado de Florida.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos de Cossio, comentó al respecto que son «falacias» para «justificar el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo, la desestabilización y la agresión contra Cuba y de engañar a la opinión pública de los Estados Unidos y del mundo».
