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Cuando el agua falta, pero se derrocha…

Radio Bemba

Según señala nuestro corresponsal en La Habana, las autoridades ya han dado la voz de alarma ante un problema que ya muchos padecían y los más lo presentían: «La sequía este año viene por la goma». Así lo afirman la mayoría de los cubanos al mirar al cielo y verlo sin una nube y con un sol «que raja las piedras». Según señala nuestro corresponsal en La Habana, las autoridades ya han dado la voz de alarma ante un problema que ya muchos padecían y los más lo presentían: «La sequía este año viene por la goma». Así lo afirman la mayoría de los cubanos al mirar al cielo y verlo sin una nube y con un sol «que raja las piedras». O peor aún, cuando los meteorólogos anuncian en el noticiero estelar de la noche que «las condiciones del tiempo seguirán sin cambios» y se ve el mapa de Cuba nítidamente en la foto del satélite.

Según el diario oficial Granma, el actual déficit de lluvia ya provoca severas afectaciones en diversos sectores, incluido el abastecimiento de agua.

Datos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos indican que entre enero y mayo solo llovió el equivalente al 68 % del promedio histórico para ese periodo, y eso como promedio, pues hay lugares que tienen déficits de precipitaciones continuados desde hace más de dos años, como en localidades del oriente del país.

La situación se aprecia en los embalses, que al cierre de mayo retenían 3.317 millones de metros cúbicos, el 36,3 % de la capacidad total, y las cuencas subterráneas o acuíferos controlados no andan mucho mejor. Mayo, «el mes de las aguas», se fue en seco, y las esperanzas se centran en que el problema se alivie entre el actual mes, donde han ocurrido grandes aguaceros pero que aun no mitigan la carestía, y el de septiembre, al ser la etapa más lluviosa históricamente.

En lo que respecta a La Habana, muchos se quejan de que, al mismo tiempo, el agua escasea y se derrocha, pues en cualquier barrio no hace falta caminar mucho para ver las aguas limpias corriendo por las calles debido a roturas de tuberías o a grifería en malas condiciones, ante la desidia de mucha gente que al parecer piensa que como el costo del líquido es ínfimo, no tiene valor.

Desde hace tiempo las autoridades vienen desarrollando un millonario programa de reparación, mantenimiento y reposición de tuberías en La Habana y otras ciudades importantes, incluso con financiación extranjero, pero la tarea ahora resulta titánica, por haber ido dejando «para luego» esos trabajos durante años. Y muchos solo lamentan el despilfarro cuando les afecta como ahora, en que las autoridades han debido disponer de una flota de camiones pipa para abastecer, según cifras oficiales, a unas 30.000 personas en al menos cuatro municipios de la capital, a los cuales no llega una gota.

Aunque según estimaciones de Radio Bemba, son muchos miles más los que reciben solo una parte de la cantidad del líquido que requieren para cubrir sus necesidades.

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