La Habana se encuentra inmersa en su fiesta más multitudinaria, los carnavales, que se prolongarán durante este fin de semana y el próximo con los tradicionales desfiles de carrozas y comparsas y las actuaciones de varias de las agrupaciones musicales más famosas del país. Pero la gran novedad de este año es que las «reformas» parecen haber llegado con fuerza a esta festividad. La Habana se encuentra inmersa en su fiesta más multitudinaria, los carnavales, que se prolongarán durante este fin de semana y el próximo con los tradicionales desfiles de carrozas y comparsas y las actuaciones de varias de las agrupaciones musicales más famosas del país. Pero la gran novedad de este año es que las «reformas» parecen haber llegado con fuerza a esta festividad.
Como es tradicional, las carrozas y comparsas desfilaran por varios kilómetros a lo largo del Malecón, donde se han dispuesto palcos y gradas para quienes deseen presenciarlos; pero con algo que destaca casi más que la propia celebración. El coste de 5 pesos de las gradas, 15 la silla en los palcos y 25 en la tribuna central.
Pero la gran fiesta será sin dudas la que transcurrirá en amplios espacios abiertos cercanos, con grupos de música popular y, según los organizadores, una amplia variedad de fiambres y bebidas tanto en pesos no convertibles como en los convertibles.
Además han puesto en marcha, como en años anteriores, un amplio dispositivo policial para garantizar la seguridad, con la consiguiente prohibición a los asistentes de portar cualquier tipo de armas u objetos contundentes, so pena de ser detenidos y multados.
Muchos se disponen a gastar una buena cantidad de su salario en estas fiestas que, aseguran, cada vez son más caras, aunque una parte de los habaneros dicen preferir mantenerse lejos del bullicio y advierten con cierta nostalgia que ya los carnavales no tienen el mismo brillo de hace años, cuando eran calificados como unos de los más vistosos de América.
Aún así, estas festividades constituyen uno de los principales atractivos de la etapa vacacional para los cubanos, así como para los turistas extranjeros que por estos días visitan la capital de la isla y que tienen así una oportunidad única de compartir a tope con cubanos de todos los colores y estratos sociales.
