“El Peugeot dejo atrás al Ferrari y se convirtió en el carro más caro del mundo desde que en Cuba pusieron los nuevos precios” afirmó hace pocos días Pánfilo, el personaje más popular de la televisión cubana, en disquisición corroborada por las carcajadas de cientos de miles de espectadores a lo largo de toda la isla. “El Peugeot dejo atrás al Ferrari y se convirtió en el carro más caro del mundo desde que en Cuba pusieron los nuevos precios” afirmó hace pocos días Pánfilo, el personaje más popular de la televisión cubana, en disquisición corroborada por las carcajadas de cientos de miles de espectadores a lo largo de toda la isla.
Hay quienes aspiran a comprarse algún día un coche, incluso de segunda mano, pero con tales precios han mirado la realidad desde el lado más práctico, como Rafael, que en las últimas semanas se dio a la tarea de reparar y poner a punto el garaje de su vivienda, convertido durante años, a falta de auto, en un trastero.
Muy poco se habla a nivel de Radio bemba sobre el tema a estas alturas, pues las miles de críticas a los precios de locura establecidos por el Estado con la liberalización del mercado automovilístico al parecer cayeron en saco roto, ya que no se les ha rebajado ni un centavo y el silencio de las autoridades ha sido la respuesta.
Se comentó incluso que la venta había sido paralizada, lo que despertó las esperanzas de muchos sobre un posible destello de cordura entre los promotores del dislate, pero nada; en realidad sucedió que, como prácticamente casi nadie compra, parece que las tiendas están cerradas.
El caso es que, según se dice por la calle, en casi un año solo se han vendido 50 automóviles y cuatro motos y todos de segunda mano, y aun siendo tan pocos, a muchos esa cantidad les parece incluso demasiado alta.