EUSEBIO SE MANTIENE

Radio Bemba

Muchos pensaban que después de los casos de corrupción en los que se vieron envueltos varios altos funcionarios de la empresa Haba­guanex, entidad emblemática en el florecimiento del Casco Histórico de La Habana, la suerte del Historiador de la ciudad, Eusebio Leal, estaba echada. Muchos pensaban que después de los casos de corrupción en los que se vieron envueltos varios altos funcionarios de la empresa Haba­guanex, entidad emblemática en el florecimiento del Casco Histórico de La Habana, la suerte del Historiador de la ciudad, Eusebio Leal, estaba echada.

Pero parece que no fue así, sino todo lo contrario, pues Eusebio, como sencillamente lo conoce toda Cuba, acaba de ser designado presidente de un nuevo organismo que impulsará la restauración del patrimonio histórico y cultural en toda Cuba.

Un decreto emi­tido por el Con­sejo de Esta­do instauró la Red de Oficinas del Historiador y del Con­servador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, que incluirá a las oficinas del historiador de las ciudades coloniales de La Habana, San­tiago de Cuba, Camagüey, Trinidad -incluyendo al Valle de los Ingenios-, Cienfuegos, Remedios, Sancti Spíritus, Bayamo y Baracoa, pero otras oficinas pueden sumarse más adelante en localidades que lo ameriten por razones históricas y patrimoniales, según el documento publicado en la Gaceta Oficial.

La red, con carácter nacional y personalidad jurídica propia, tendrá como fin «perfeccionar la labor de rehabilitación patrimonial», según el decreto, que confiere autonomía total a la nueva estructura dirigida por Leal, incluyendo coordinar acciones con autoridades locales, velar por la adecuada utilización de los recursos asignados por el Estado, e incluso podrá suscribir convenios con entidades cubanas y extranjeras, organismos internacionales e individuos, recibir donaciones y usarlas como estime conveniente, así como abrir y operar cuentas bancarias en pesos y en divisas.

«Parece que Eusebio salió limpio de polvo y paja de los rollos de Habaguanex» consideró Arman­do, que trabaja en uno de los tantos hoteles de La Ha­bana Vieja, y agregó que «yo me alegro por Euse­bio, porque él es quien más ha hecho por La Habana».

«Los envidiosos que querían verlo por el piso ten­drán ahora que morderse la lengua» Asegura Calixta, una negra que vende tabacos y suvenires en los alrededores de la Catedral. «Hay Eusebio para rato».

Con 70 años a cuestas y el verbo trepidante que lo caracteriza, Eusebio seguirá dando qué hacer. «Lo malo es que posiblemente lo veamos menos por la Plaza de Armas, pues ahora tendrá que estar en todas partes, no solo en La Habana» afirma con cierto pesar Yudeisys una de las tantas jóvenes que se han formado en los talleres de restauración, creados por el His­toriador para llevar adelante la vasta obra de reconstrucción del Casco Histórico.

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