En Cuba los temas judiciales son raramente tratados por la prensa local, pero en estos días muchos en la isla están pendientes de los pormenores de dos juicios totalmente diferentes, en lugares más que alejados -La Habana y El Paso, Estados Unidos- y consideraos por muchos como los procesos del año. En Cuba los temas judiciales son raramente tratados por la prensa local, pero en estos días muchos en la isla están pendientes de los pormenores de dos juicios totalmente diferentes, en lugares más que alejados -La Habana y El Paso, Estados Unidos- y consideraos por muchos como los procesos del año.
En La Habana, la Fiscalía pidió condenas de seis a 14 años de prisión para los directivos y empleados del hospital psiquiátrico, más conocido como Mazorra, por desvío de recursos, mala alimentación de los pacientes y no tomar las medidas necesarias de protección, lo cual contribuyó a la muerte de al menos 26 enfermos en enero de 2010 durante una ola de frío.
En su momento, el hecho escandalizó a toda la sociedad en un país donde la Salud Pública es considerada una de las «grandes conquistas» y que a pesar de unos cuantos lunares es una de las más efectivas y desarrolladas del Tercer Mundo.
El juicio, que según Granma se desarrolló durante varios días en jornadas de 12 horas y convocó a 70 testigos y peritos, quedó concluso para sentencia, sin fecha precisada.
Los argumentos de la defensa no fueron publicados hasta ahora, pero se sabe que el fiscal pidió de seis a 14 años para el director del hospital, cuatro vicedirectores y la nutricionista; y al resto de empleados acusados, cuya cantidad no ha sido revelada, de 10 a 12 años por malversación de alimentos, vestuario y lencería asignados a los enfermos.
Para Radio Bemba, que ya llevaba meses incómoda por el silencio oficial en la investigación del caso, las sanciones anunciadas constituyen la confirmación de que la justicia tarda pero llega, aunque los más agudos aseguran que «los llevaron suave» y que se merecían castigos mayores.
Incluso no pasan por alto que en las más altas esferas del ministerio correspondiente no hubo ni renuncias ni despidos, pues solo fue «liberado de su cargo» meses después el ministro, pero nunca se dijo que ello tuviera alguna relación con los sucesos de Mazorra, por lo cual, en opinión de mucha gente, al ministerio «le tiraron la toalla».
Otra toalla, más grande aún, parecen estarla tirando también en la localidad de El Paso, Texas, Estados Unidos, donde se celebra por estos días un juicio a uno de los hombres sin duda más odiados en la isla: Luis Posada Carriles, y por eso tiene que ver mucho con Cuba y los cubanos.
El tío se las trae, pues, por solo mencionar una pequeña parte de su largo prontuario, desde hace mucho tiempo reconoció en más de una entrevista pública, ser uno de los autores del atentado en 1976 a una nave de Cubana de Aviación en el que perecieron sus 76 pasajeros y tripulantes, es acusado de ser el organizador de numerosas acciones terroristas con bombas en hoteles de La Habana en la década de 1990, que causaron la muerte de un turista italiano, así como de preparar más de un atentado contra Fidel Castro…
Pero resulta que en El Paso solo aparece acusado de mentir a las autoridades de inmigración de Estados Unidos por entrar ilegalmente a ese país y fueron echados a un lado todos los demás cargos. Radio Bemba considera que «le zumba el mango» hacerle el sonado juicio a Posada Carriles solo por mentir y estar ilegalmente en un país donde hay millones de ilegales que si caen en manos de las autoridades no van a parar ante un jurado, sino que del primer rebote caen en sus países de origen.
