“¡Ya lo decía yo, que cuando el río suena es porque agua trae!” –exclamó triunfante Ramón, enfermero de un importante hospital de La Habana, cuando el sábado 22 de febrero escuchó el discurso en el cual el presidente Raúl Castro anunció que el salario del personal de la Salud será incrementado. “¡Ya lo decía yo, que cuando el río suena es porque agua trae!” –exclamó triunfante Ramón, enfermero de un importante hospital de La Habana, cuando el sábado 22 de febrero escuchó el discurso en el cual el presidente Raúl Castro anunció que el salario del personal de la Salud será incrementado.
El mandatario no dijo cuándo será el aumento ni a cuánto ascenderá, pero dejó claro que el personal de la salud lo merece, pues “el ingreso fundamental del país en estos momentos obedece al trabajo de miles de médicos prestando servicios en el exterior”. Con esto, Raúl Castro “le puso el cuño”, al decir de Ramón, al run run que venía dando vueltas en radio bemba desde finales de 2013 cada vez con más fuerza, aunque los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Salud Pública todavía hoy no han dicho nada en absoluto sobre el asunto.
Con sus palabras, el presidente confirmó también sin quererlo el fundamento principal de “la bola”, pues lo del posible aumento salarial comenzó a ganar fuerza a partir de la contratación de miles de médicos para trabajar en Brasil, mediante un acuerdo entre los gobiernos de ambos países y la Organización Panamericana de la Salud, según el cual Brasilia ofreció un salario generoso a los galenos que irían a los lugares más recónditos del gigante sudamericano, a los que no va nadie y mucho menos los acomodados galenos cariocas, y donde los cubanos, como se ha comprobado, están echando rodilla en tierra para atender a los más necesitados.
Muchos afirmaban que tal salario en dólares, del cual una parta importante la recibe el Estado cubano, aportaría suficiente plata para incrementar el sueldo del personal en la isla, en pesos cubanos. Si el resto de lo adelantado por radio bemba se confirma, entonces el aumento será de 100% para los médicos y de 80 % para el personal de enfermería, lo cual equivaldría a poco más de 1.000.00 pesos los doctores y alrededor de 800.00 los trabajadores de enfermería. Eso, sin contar los extras por aspectos como las guardias y la nocturnidad, lo que contribuirá a hacer más sustancioso el aumento.
Sin embargo, en cuanto al resto de los sectores económicos, Raúl Castro lanzó un balde de agua fría a quienes abrigaban alguna esperanza de engrosar sus bolsillos. El gobernante, quien clausuró con sus palabras el XX congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, dijo “coincidir plenamente” con el criterio generalizado de que los salarios no garantizan que los empleados reciban según su aporte a la sociedad, que no satisfacen las necesidades de las familias, “lo que genera desmotivación y apatía hacia el trabajo, influye negativamente en la disciplina, incentiva el éxodo de personal calificado hacia actividades mejor remuneradas con independencia del nivel profesional requerido, y desestimula la promoción de los más capaces hacia cargos superiores”. Sin embargo, añadió que “no podemos sembrar en nuestra población falsas expectativas a corto plazo” y concluyó que “para distribuir riqueza, primero hay que crearla y para hacerlo tenemos que elevar sostenidamente la eficiencia y la productividad”.
“Eso -dijo Ramón con cara yo no fui- es como el cuento de quién fue primero, si el huevo o la gallina, así que los médicos se pueden dar con un canto en el pecho, y los demás, a echarle guindas al pavo…”.
