«Ahora lo único que tienes que hacer es sacar el pasaporte, le mandas a decir a tu familia de Miami que te reclame ¡y ya!» fue la respuesta bien simple e ingenua que Armando, un vendedor de un mercado agropecuario, le dio a su vecino de tarima cuando este le preguntó cómo va a ser la cosa con eso de los cambios en la leyes migratorias. «Ahora lo único que tienes que hacer es sacar el pasaporte, le mandas a decir a tu familia de Miami que te reclame ¡y ya!» fue la respuesta bien simple e ingenua que Armando, un vendedor de un mercado agropecuario, le dio a su vecino de tarima cuando este le preguntó cómo va a ser la cosa con eso de los cambios en la leyes migratorias. Como Radio Reloj comenzó a repetir la noticia desde bien temprano cada media hora como es su costumbre, pues a las ocho de la mañana ya Cuba entera sabía que la demorada reforma migratoria había aparecido al fin.
Hacía mucho tiempo que el diario Granma no se agotaba en los estanquillos, pero esta vez voló cuando la gente se dio cuenta de lo que se anunciaba en su primera plana. Lo mismo pasó seguidamente con la Gaceta Oficial. Y por supuesto, se dispararon los comentarios, las interrogantes y las dudas.
«¿Nada más que hace falta sacar el pasaporte?». «¡Ahora sí que el último que salga que apague la luz!». «Aquí hay gato encerrado». «¡Al fin se acabó la salación para poder viajar». «El que tenga el dinero, pues ¡pelo suelto y carretera!». «Si antes los yanquis y los españoles pedían mil requisitos, ahora van a exigir el doble para entregar una visa». «El «chino» (Raúl Castro) se la puso en China a los yumas, porque van a tener que echar a bajo la Ley de Ajuste Cubano». «Saco el pasaporte y qué, porque de dónde voy a sacar los fulas para viajar?». «El 14 de enero estoy plantada frente a la Oficina de Intereses». «La ley está buena, pero mucha gente no va a poder salir así como así»…Y mil opiniones más.
Como Radio bemba es como es, que admite de todo, hubo quien dijo que ya había una cola enorme frente de la Sección de Intereses de Estados Unidos. Otros, como Armando, el del agromercado, ya se ven montados en el avión; hay quienes aseguran que casi todas las embajadas han paralizado la entrega de visas hasta ver qué pasa, y no faltan los amantes de las conspiraciones, que aseguran que Miami se va a llenar de agentes de la Seguridad del Estado. El caso es que el gobierno eliminó los dos requisitos que sacaban de quicio a la gente: el permiso de salida y la carta de invitación; prolongó de 11 a 24 meses la posibilidad de estancia, autorizó la salida por viajes temporales a los menores de edad, e incluso, a la hora de prorrogar la estancia, no será necesario retornar al país, sino hacer el trámite correspondiente en el consulado cubano más cercano.
Con anterioridad ya habían salido a la luz en los respectivos decretos sobre la venta de casa y automóviles disposiciones mediante las cuales quienes abandonan el país pueden mantener sus propiedades, lo cual dejó expedito el camino para que los emigrantes tengan la posibilidad de regresar cuando lo deseen sin ser una carga para nadie. Quienes parecen quedar en desventaja son los profesionales y dirigentes, que requieren un permiso adicional para viajar, pero todo indica que no se trata de una medida universal para todos ellos, sino aplicable solo a aquellos que ocupen cargos o responsabilidades de «importancia estratégica» para el país.
De paso la reforma «abrió el banderín» para que incluso regresen de forma temporal muchos que tenían vetada su entrada a la isla, como los que se fueron de manera ilegal, o profesionales que se quedaron mientras cumplían misiones oficiales y deportistas de alto rendimiento que «desertaron» para pasar al profesionalismo.