UNA MINA REFRESCANTE

Para el bolsillo de los cubanos son caritos, pero vale la pena darse el gustazo. Para el bolsillo de los cubanos son caritos, pero vale la pena darse el gustazo. Cuando uno anda y desanda La Habana Vieja bajo un sol aterrorizante, no hay nada como disfrutar de un helado, y entre las mejores opciones está sin dudas una pequeña heladería ubicada dentro del Restaurante La Mina, a solo unos pasos de la Plaza de Armas, en la esquina de Oficios y Obispo. Además de otros refrigerios, el lugar ofrece una variedad de combinaciones con helados, hechos allí mismo con frutas naturales, guayaba, piña, coco, plátano, mango… que se pueden degustar en variadas combinaciones aunque nada para los golosos como la tulipa con frutas, algo así como una cesta de hojaldre, con tres bolas de los sabores que usted elija, cubiertas de siropes, pequeños cubitos de frutas y biscochos. Ello se complementa con el ambiente realmente fresco del patio central de La Mina, con una abundante vegetación, pavos reales que se pasean majestuosamente entre el follaje y un pozo que da la sensación de encontrarnos en un verdadero oasis en medio de la desarbolada Habana Vieja.