«Está llegando la temporada de mi ruina», asegura Elayne, una amante de las ensaladas bien cargadas, ante el comienzo de la temporada de vegetales. «Está llegando la temporada de mi ruina», asegura Elayne, una amante de las ensaladas bien cargadas, ante el comienzo de la temporada de vegetales.
Elayne lo dice casi con alegría pero también con preocupación.
El año pasado, a estas alturas, solo habichuelas y pepinos se encontraban en los mercados, a consecuencia de un verano que se alargó más de lo deseado.
El 2012 ha sido fresco y con abundante lluvia, y ya se ven los resultados: van apareciendo las lechugas, los tomates, los pimientos… ¡Pero a qué precios!.
¡Ven acá mi amor! ¿Esos tomates los venden con aceite de oliva y vinagre?-le espetó Carilda, una ama de casa, a un vendedor del agromercado, cuando el hombre le dijo que estaban «a solo diez pesitos la libra».
Y así todo lo demás, el macito de cebollas a 20, y las coles, aunque estén «fofas», a 10. Pero la palma, por ahora se la llevan los pimientos: Uno por cinco.
Así que sacando cuentas lo de Elayne no es cuento: Quienes deseen comer ensalada, por ahora, tendrán que sacar hasta los ahorros del banco, o de lo contrario esperar a que la arribazón de diciembre y enero haga bajar los precios, si hay suficiente como para sobrepasar la demanda.