Un nutrido grupo de disidentes cubanos ha enviado una carta al Congreso de EEUU en apoyo de un proyecto de ley que pretende abrir las puertas del turismo estadounidense hacia Cuba, y flexibilizar las leyes que regulan el comercio de alimentos y otros productos con la Isla. Un nutrido grupo de disidentes cubanos ha enviado una carta al Congreso de EEUU en apoyo de un proyecto de ley que pretende abrir las puertas del turismo estadounidense hacia Cuba, y flexibilizar las leyes que regulan el comercio de alimentos y otros productos con la Isla.
Los disidentes defienden la iniciativa legislativa del senador demócrata de Minnesota, Collin Petterson, para flexibilizar las restricciones de viajes y comercio. El proyecto cuenta con el apoyo de ONG y organizaciones, entre ellas la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU. Nunca antes tantos opositores de diferentes movimientos habían suscrito una carta en términos tan contundentes.
La Asociación Nacional de Turismo estadounidense calcula que por lo menos unos 850.000 turistas estadounidenses viajarían a Cuba, a sólo 145 kilómetros de la costa de Florida, en el primer año si se levantan las sanciones. Operadores de turismo de ambos países han mantenido varios encuentros en México con la intención de hacer planes para cuando llegue ese día.
Debido al embargo impuesto desde 1962 por Washington, los norteamericanos no pueden viajar a la isla de turismo. Las restricciones impuestas por George Bush cuando era el inquilino de la Casa Blanca, que impedían las visitas familiares de los exiliados han sido eliminadas por el actual presidente Barack Obama, pero la prohibición a los viajes de los estadounidenses sigue intacta.
