Para la historia ha quedado la frase que se le atribuye a Cristóbal Colón, «esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieron», cuando en 1492 el Almirante y sus hombres pusieron sus pies por primera vez en Cuba, precisamente en un punto de la costa norte del oriente de Cuba donde hoy se levanta la pequeña población de Gibara. Para la historia ha quedado la frase que se le atribuye a Cristóbal Colón, «esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieron», cuando en 1492 el Almirante y sus hombres pusieron sus pies por primera vez en Cuba, precisamente en un punto de la costa norte del oriente de Cuba donde hoy se levanta la pequeña población de Gibara.
Incluso entre los cubanos, no son muchos los que han visitado el poblado, también conocido como La Villa Blanca, y que quizá por estar tan apartado del «mundanal ruido» ha conservado una personalidad muy propia, reforzada por la simpleza y hospitalidad de sus habitantes y una naturaleza tropical exuberante.
Gibara acaba de ser declarada por las autoridades cubanas nuevo destino turístico y para ello se realiza un amplio programa de restauración de sus principales edificaciones y la participación de empresas extranjeras y nacionales y emprendedores privados para ampliar y mejorar las capacidades de alojamiento, gastronómicas y de esparcimiento.
Dicen los que han estado allí que «es un pueblo precioso», que «por allí no ha pasado el tiempo», o incluso lo califican como «el mejor lugar de Cuba para descansar y olvidarse del mundo» y ahora aseguran que bien vale la pena hacer todas esas inversiones, aunque para muchos «lo importante es mantenga su encanto» como cuando llegó Colón.
