El resto de confesiones religiosas intentan contraatacar desde Miami a la Iglesia católica, con la financiación para sus iglesias, con el objetivo de ampliar su influencia en la Isla y mermar la de los católicos. El resto de confesiones religiosas intentan contraatacar desde Miami a la Iglesia católica, con la financiación para sus iglesias, con el objetivo de ampliar su influencia en la Isla y mermar la de los católicos.
Pero esos esfuerzos se han visto obstaculizados por la reciente visita del ‘número dos’ del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, que fue el primer dignatario extranjero en reunirse con el hermano de Fidel Castro, Raúl, después de que el ex ministro de Defensa fuera nombrado presidente de la mayor de las Antillas, el pasado 24 de febrero.
Al respecto de la visita de Bertone, los habitantes de Miami se quejaron a través de llamadas telefónicas a la radio local, de que el cardenal había desaprovechado su visita para presionar a favor de un cambio democrático.
Ninoska Pérez Castellón, comentarista de Radio Mambí y directora del conservador Consejo por la Libertad de Cuba, aseguró no estar sorprendida por la aparente incapacidad de Bertone para hacer frente a la dictadura de Cuba. Muchos exiliados, después de todo, han estado durante mucho tiempo enojados con el arzobispo de La Habana, el Cardenal Jaime Ortega, porque nunca habla en contra del régimen cubano.
Sin embargo, Castellón aseguró que los exiliados deben distinguir entre lo que hacen los líderes de la iglesia de la ayuda de los programas que benefician a la iglesia y sus seguidores.