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Sarah STEPHENS Directora Ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas

Con permiso... Tres preguntas

En declaraciones a Cuba Económica, la directora ejecutiva del think tank Centro para la Democracia en las Américas con sede en Washington, Sarah Stephens, asegura que si el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, establece, como aseguró, un proceso gradual de diálogo con Cuba, debería centrarse en áreas concretas en las que la cooperación entre ambos países pueda aportar un beneficio mutuo. En declaraciones a Cuba Económica, la directora ejecutiva del think tank Centro para la Democracia en las Américas con sede en Washington, Sarah Stephens, asegura que si el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, establece, como aseguró, un proceso gradual de diálogo con Cuba, debería centrarse en áreas concretas en las que la cooperación entre ambos países pueda aportar un beneficio mutuo. Esta experta estadounidense en política latinoamericana, con más de 26 años de experiencia en distintas tareas diplomáticas y humanitarias está absolutamente segura de que el próximo inquilino de la Casa Blanca cumplirá sus promesas electorales y eliminará inmediatamente las restricciones sobre los viajes y el envío de remesas.

-¿Qué podemos esperar de la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca en cuánto a la política hacia Cuba?

-Ésta es probablemente la pregunta que se está haciendo más frecuentemente en referencia a la política que Obama desarrollará en América Latina y nadie esta muy seguro sobre cuál es la respuesta. Incluso el actual subsecretario de Estado de EEUU, Tom Shannon dijo en España hace unos días que no está seguro sobre lo qué Obama planea hacer en relación con Cuba. Yo pienso que lo mínimo que hará el nuevo presidente lo que él prometió durante la campaña electoral: eliminar las restricciones que hay sobre los viajes y los envíos de remesas. También dijo que él estaría interesado en dialogar con todos los países con los que EEUU mantiene diferencias, lo que es obviamente esencial para la mejora de relaciones bilaterales. En nuestro nuevo informe, «Nueve maneras para que los E.E.U.U. hablen con Cuba y para que Cuba hable con nosotros» ofrecemos un mapa al presidente Obama que enseña cómo podemos establecer la confianza entre nuestros gobiernos y abordar temas tangibles y, específicamente, qué tipo de cooperación apoyaría el interés nacional de ambos países.

-¿Cuál es su visión de la situación política de la Isla?

-Yo creo que 2009 será un año muy interesante en Cuba. Raúl Castro quiere que el país este gestionado de forma mas eficiente y ha dicho que quiere eliminar muchas de las prohibiciones que complican y frustran las vidas de los cubanos. Vimos mucha acción en 2008, después de fuera nombrado presidente de modo oficial, pero las cosas se frenaron un poco en la segunda parte del año. Unos atribuyeron «el retraso» al regreso de Fidel Castro a la toma de decisiones políticas y otros a la severidad de los ciclones. Creo que tras el congreso de Partido Comunista que tendrá lugar en la segunda mitad del año, y será el primero desde 1997, veremos más reformas y cambio en Cuba este año. Creo que el Congreso del Partido y en las actividades que se realicen para preparar este cónclave se van a formular las políticas del futuro y podremos saber mucho más sobre el camino político que tomará la Isla. También será interesante ver cuáles son los resultados de algunos de los cambios del año pasado, como las reformas agrícolas y el nuevo sistema de retribuciones a los trabajadores basado en resultados, que se supone va a ser introducido.

-¿Cree que un cambio en las relaciones políticas y económicas entre EEUU y Cuba podría impulsar cambios en el sistema político cubano?

-Nadie está demasiado seguro de qué efectos tendría un aumento del comercio y los contrato entre EE UU y Cuba en la política interna de la Isla. El gobierno cubano constantemente asocia los problemas económicos al embargo y sostiene que con unas relaciones comerciales normales podrían solucionarse muchas ce sus carencias económicas. Mucha gente que aboga para el fin del embargo estima que con mas intercambio de mercancías y de ideas Cuba podría llegar a convertirse eventualmente a convertirse en un estado capitalista. Yo pienso que, en este aspecto, lo prudente es esperar y ver luego lo que pasa. Mientras tanto, en mi opinión, un aumento del comercio es bueno para los dos pueblos, el pueblo estadounidense y el pueblo cubano. El pueblo cubano ha sufrido dificultades económicas durante demasiado tiempo y cualquier mejora que se produzca en la vida cotidiana de la gente es positiva. También debemos tener presente que el «fin del sistema político cubano» ha sido vaticinado muchas vece en los últimos 50 años y no se ha producido.

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