Los principales periódicos cubanos, Granma y Juventud Rebelde redujeron desde el 5 de abril el número de páginas (que ya eran pocas) y la frecuencia de sus tiradas, a consecuencia de la escasez de papel, según informaron las autoridades.
Suerte parecida corrieron también los semanarios Granma Internacional, Trabajadores, Orbe y Opciones, que comenzaron a salir con solo ocho páginas, lo cual está llevando a las redacciones de prensa a hacer filigranas para lograr una súper síntesis en sus despachos que les permita trabajar.
La noticia cayó como una bomba en radio bemba, no tanto por la reducción de la tirada de las publicaciones, pues muchos prefieren la radio, la televisión o las redes sociales para informarse, sino porque la medida les sirvió como un termómetro para medir el nivel de las dificultades económicas que está enfrentando el país y que se perciben sobre todo en el desabastecimiento de alimentos.
Al respecto recuerdan que en los difíciles años de la década de 1990, el llamado “período especial”, la prensa prácticamente desapareció por falta de papel y de electricidad, y esto de ahora les parece como un peligroso aviso de que aquellos tiempos pueden volver, quizá no tan agudos, pero igualmente preocupantes.
