«En la agricultura, estos desafíos compartidos contribuyen a aumentar el comercio eficiente y económico, esto puede aliviar la situación de los alimentos en Cuba, reforzando al sector privado y que pueda trabajar con el sector estatal y con EEUU para aumentar la producción local», expresó el presidente de la Coalición Agrícola Cuba-EEUU, Paul Johnson, en conferencia de prensa.
Johnson agregó que se requiere además más intercambios entre Gobiernos, académicos y negocios, para resolver preocupaciones fitosanitarias, y que el estrechamiento de los lazos entre ambos pueblos será la mejor esperanza para remover los obstáculos políticos.
El empresario estadounidense censuró la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una decisión unilateral adoptada por la Casa Blanca, que, dijo, «no tiene una base legal, moral, ni sentido común, sin embargo afecta directamente nuestra habilidad de resolver problemas comunes».
«Estos obstáculos son increíblemente desafiantes, construidos sobre la base de falsedades y la desinformación, lo que dificulta encontrar soluciones», enfatizó Johnson.
Por su parte, el presidente del grupo empresarial agrícola cubano, Frank Castañeda, destacó que la crisis alimentaria local se vio agravada por el efecto de la pandemia del covid-19, la crisis económica global, y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que Washington impone a la isla por más de 60 años.