«Se establece la visa para pasajeros o tripulantes en tránsito como requisito para los ciudadanos extranjeros de nacionalidad cubana que viajan en tránsito por la República de Panamá hacia otro destino o de retorno a su país, durante un período de tres meses», según el decreto ejecutivo número 19 de fecha 8 de marzo, firmado por el presidente panameño, Laurentino Cortizo.
La puesta en vigor de la medida, que se hará efectiva a partir del 13 de marzo próximo, provocó que una avalancha de personas que tramitan sus visados para Panamá y otros países de Centro y Sudamérica, concurrieran llenos de dudas e incertidumbre ante la proximidad de sus vuelos.
Entre ellos hay muchas personas que viajarán a Nicaragua, país que mantiene una exención de visado a los ciudadanos cubanos, pero las aerolíneas en las que se trasladarán hacen escala en Panamá.
La avalancha de personas en las inmediaciones de la sede diplomática panameña en Cuba obligó a la policía a acordonar el área para evitar interrupciones del tránsito y del buen funcionamiento del servicio consular en la instalación.
Esta medida adoptada por Panamá se une a la decisión de Costa Rica, aplicada en febrero pasado, que también impone a los ciudadanos cubanos la obligación de tener una visa de tránsito si desean hacer escala en ese país.
Ambas medidas ponen en riesgo los planes de muchos cubanos que salen de la isla con intenciones de movilizarse a través de las naciones centroamericanas para llegar a su destino definitivo, que es EEUU.