El gobierno cubano ha decidido volver a establecer el arancel sobre los alimentos traídos por los visitantes a Cuba, que lleva sin vigencia desde 2008 debido a la necesidad de productos que trajeron consigo los huracanes Gustav, Ike y Paloma. El gobierno cubano ha decidido volver a establecer el arancel sobre los alimentos traídos por los visitantes a Cuba, que lleva sin vigencia desde 2008 debido a la necesidad de productos que trajeron consigo los huracanes Gustav, Ike y Paloma. Pero, ahora, ya no existe la emergencia que crearon los huracanes hace cuatro años y que causaron cuantiosos daños y, por eso las autoridades han vuelto a introducir la tasa.
En concreto, el nuevo arancel, que tendrán que pagar todos los viajeros, supone una aportación de diez dólares por cada kilogramo de comida que se introduzca en Cuba. Mientras que los residentes que vuelven a casa deberán abonar 10 pesos cubanos, lo que son 40 centavos de dólar por kilo. Esto quiere decir que serán muchas las maletas que se abran para pesar los alimentos que lleva cada viajero.
Anteriormente, este impuesto sólo debían abonarlo aquellos cubanos que llegaban del sur de Florida. Ahora son menos los nacidos en Cuba que viven en esta zona de los EEUU, pero el gravamen vuelve a afectarles.
De este modo, si un visitante llegase a la isla con 200 gramos de jamón, 100 gramos de chorizo y dos latas de atún de 125 gramos cada una, debería pagar ocho dólares. Lo que no es mucho, pero si alguien llega con cinco kilos de cualquier producto ya tendrá que abonar 50 dólares.
De momento, los medicamentos aun son una excepción. Hasta cierto punto. Los turistas no tendrán que pagar por los diez primeros kilos de medicina que traígan, aunque deben presentarse separados del resto del equipaje.
