El presidente de la automovilística Avtovaz, Boris Aleshin, sorprendía ayer al anunciar que la compañía estudia la posibilidad de crear una fábrica propia en la Isla, donde, según sus cálculos, circulan unos 96.000 coches de la marca Lada. Rusia aspira ahora a ampliar ese mercado y crear una empresa conjunta con sus socios cubanos para la distribución y servicio de sus automóviles. El presidente de la automovilística Avtovaz, Boris Aleshin, sorprendía ayer al anunciar que la compañía estudia la posibilidad de crear una fábrica propia en la Isla, donde, según sus cálculos, circulan unos 96.000 coches de la marca Lada. Rusia aspira ahora a ampliar ese mercado y crear una empresa conjunta con sus socios cubanos para la distribución y servicio de sus automóviles.
El contrato podría venir de perlas a los cubanos, que se han visto obligados a convertirse en noveles mecánicos y restauradores en potencia, con los efectos del embargo que impide la importación de repuestos para los Cadillacs y Chevrolets que circulan por las calles de La Habana. Cuando nació, Lada pertenecía a la antigua Unión Soviética. Fiat fue la marca encargada de poner en funcionamiento Lada, ya que construyó la primera factoría y puso toda la maquinaria para poder producir sus modelos. Autovaz es el primer fabricante de automóviles de Rusia y acapara casi el 40% del mercado local.
