Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Los bufetes estadounidenses se apresuran a posicionarse en la Isla

La firma de abogados Akin Gump Strauss Hauer & Feld, considerada una de las 40 mayores del mundo, acaba de aunciar que ha contratado a la hasta ahora vicepresidenta de negocios corporativos del grupo Cargill para «la búsqueda de oportunidades que fortalezcan el comercio entre Cuba y EEUU». La firma de abogados Akin Gump Strauss Hauer & Feld, considerada una de las 40 mayores del mundo, acaba de aunciar que ha contratado a la hasta ahora vicepresidenta de negocios corporativos del grupo Cargill para «la búsqueda de oportunidades que fortalezcan el comercio entre Cuba y EE.UU.».

Se trata de Devry Boughner Vorwerk, quien pese a no ser abogada, puede ser de gran utilidad para facilitar los negocios con la Isla ya que ha sido la presidenta del consejo de dirección de la «U.S. Agriculture Coalition for Cuba». Un grupo de presión que durante los dos últimos años ha trabajado para acabar con el embargo y defender así los intereses de las grandes empresas del sectror agrícola de Estados Unidos.

Esto significa que Boughner Vorverk ha podido establecer una sólida red de relaciones al contar con todos los recursos de auténticos gigantes como Cargill, la mayor corporación estadounidense de las que no cotizan en Bolsa. Unos contactos que se espera que continúe utlizando ahora al igual que su trabajo de lobby con las autoridades de los dos paíss.

Pero también para ‘abrir puertas’ a los clientes de su nueva empresa. Así, Scott Parven, jefe de la división para Cuba de Akin Gump, ha reconocido que su empresa ha estado intentando posicionarse en EE.UU. como «el bufete de referencia» para la Isla desde el restablecimiento de relaciones de diciembre de 2014. Desde entonces, señala el ejecutivo, «compañías de todos los sectores preguntan sobre Cuba».

Por ello, este bufete lleva ya meses reforzando la división encargada del país caribeño. Así, han recurrido a fichajes que incluyen a abogados especializados en asesorar a empresas estadounidenses en cómo operar con Cuba, como Wynn Segall; o a una antigua asesora de comercio internacional del exsenador Max Baucus, como Anya French.

Pero ni mucho menos se trata del único bufete de abogados que está intentando aprovechar la nueva coyuntura internacional. Por ejemplo, Akerman, con sede en Miami, ya ayudó el año pasado a Airbnb en sus operaciones en la isla; o Paul Hastings LLC celebró un seminario en La Habana.

También otras firmas como Holland & Knight, GrayRobinson, Greenberg Traurig, Kirkland & Ellis, Arent Fox, McDermott Will & Emery, o Mayer Brown han comenzado a moverse para llegar a la Isla antes que lo haga todo el sector. Algo que como vemos, ante el ‘overbooking’ que empieza a acumular el sector en torno a la Isla, requiere ya de cierta agilidad.

Más información

Scroll al inicio