SEGÚN MALMIERCA, en la ZED regirán políticas especiales que resulten de mayor atractivo para los inversionistas foráneos, en relación con lo establecido a nivel general por la Ley 77, normativa que regula la actividad en el país, pero que, además, se prevé que sufra notables cambios, según han dicho las propias autoridades cubanas, y prometió incluso que los inversionistas no serán víctimas de expropiación alguna. SEGÚN MALMIERCA, en la ZED regirán políticas especiales que resulten de mayor atractivo para los inversionistas foráneos, en relación con lo establecido a nivel general por la Ley 77, normativa que regula la actividad en el país, pero que, además, se prevé que sufra notables cambios, según han dicho las propias autoridades cubanas, y prometió incluso que los inversionistas no serán víctimas de expropiación alguna.
Entre las principales ventajas de la ZED figura la exención (cero por ciento) de los impuestos sobre las utilidades durante los 10 primeros años; por la utilización de la fuerza de trabajo y la contribución al desarrollo local, así como la existencia de un régimen especial laboral, y la creación de un sistema único para la recepción y aprobación de los proyectos, que hará más viable y ágil su puesta en marcha.
También dijo el ministro que se brindarán importantes garantías para concesionarios y usuarios, entre estas la plena protección y seguridad en el territorio nacional, y la libre transferencia al exterior de dividendos, utilidades u otros ingresos asociados a la explotación de su inversión, tanto para las empresas como para los ciudadanos extranjeros.
Especialistas en temas económicos confían en que si las garantías son reales y serias, a medida que los primeros vayan entrando en el negocio cada vez serán más quienes se lancen a hacer inversiones, y de paso advierten que las autoridades cubanas, necesitadas de dinero fresco para hacer sostenibles buena parte de los cambios que están llevando a cabo, están obligadas a jugar limpio y cumplir los compromisos anunciados.
