Siete empresas han recibido la aprobación del Gobierno cubano para instalarse en el Puerto de Mariel. A ellas podrían unirse varias empresas estadounidenses interesadas, lo que supondría el restablecimiento real de relaciones tras medio siglo de embargo por parte de EEUU. Siete empresas han recibido la aprobación del Gobierno cubano para instalarse en el Puerto de Mariel. A ellas podrían unirse varias empresas estadounidenses interesadas, lo que supondría el restablecimiento real de relaciones tras medio siglo de embargo por parte de EEUU.
Ana Teresa Igarza, directora general de la oficina de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel ha asegurado en declaraciones a The Associated Press que se ha aprobado la entrada “de una empresa casi al mes”.
Teresa Trujillo, especialista de la oficina de la zona, ha considerado que con la llegada de estas siete empresas supondrá la generación de unos 70.000 empleos que se unen a los 328 empleados propios y 4.000 temporales.
Igarza ha agregado que el ritmo de crecimiento que se está viviendo en la zona es el que se preveía desde el principio de la puesta en funcionamiento de Mariel. “Sin prisa pero sin pausa” ha señalado la directora, similar forma a la que utilizó el presidente Raúl Castro cuando fue cuestionado por la necesidad de hacer reformas en la isla caribeña.
A su modo de ver, recogido por engolfo.info, los primeros acuerdos son los complicados de conseguir, pero una vez concertados, los inversores comenzarán a invertir con más agilidad. En cualquier caso, los observadores del proceso consideran que debe haber más agilidad en la puesta en marcha de las reformas de la zona.
Según ha manifestado el economista cubano Arturo López-Levy, profesor del Centro de Estudios Globales de la Universidad de Nueva York, en declaraciones a AP: «los tiempos de los sectores que están promoviendo la reforma del llamado eslogan ‘sin prisa pero sin pausa’ creo que son inadecuados». De todas formas también indicó que el puerto de Mariel y su zona de desarrollo son una buena idea. «Tiene una legislación especial que le permite eliminar mucho de los cuellos de botella que existen como legado de la economía de comando (estatal) que existió en Cuba en los años 90, pero que tiene todavía una presencia importante».
De las siete empresas que pueden hacer sus negocios en la isla dos son belgas, dos mexicanas, una española y dos de la propia Cuba. Mientras que en lo que respecta a su actividad se desarrolla en los sector de alimentación, industria química, logística y automatización.
