Crónicas habaneras

¿UN PASO ADELANTE Y UN PASO ATRÁS? La bola (bulo) anda despacio, sin mucho ruido, como intentando cobrar fuerzas y convencer a todo el mundo de que el futuro es incierto. ¿UN PASO ADELANTE Y UN PASO ATRÁS?

La bola (bulo) anda despacio, sin mucho ruido, como intentando cobrar fuerzas y convencer a todo el mundo de que el futuro es incierto.

El caso es que andan diciendo por ahí que a partir de enero (parece que últimamente se ha puesto de moda en Cuba decir a partir de enero) van a poner bajo control la venta de casas, de nuevo.

El decreto todavía reciente sobre ese asunto alegró a los cubanos, que con él pueden disponer como les venga en ganas de la propiedad de su vivienda y vendarla al mejor postor, si así lo desea.

Sin embargo, se rumora que le van a dar marcha atrás, o al menos a “darle la vuelta” para que en cualquier transacción de compra y venta el Estado aparezca como el primer postor.

Eso aparecía en la Ley de la Vivienda, pero como la tasación oficial de los inmuebles era tan irrisoria, por no decir ridícula, la gente optó por no venderle al Estado y cambiar su propiedad por otra, y fue cuando nacieron las permutas.

Si eso es así, -aseguró con tono incrédulo Marina, una funcionara bancaria que anda vendiendo su apartamento para comprar otro mayor-, volveremos a lo mismo de antes, al negocio por debajo de la mesa, la corrupción y los inventos, pues al final la gente va a buscar cómo resolver el tema.

Quienes se hacen eco de la bola, argumentan que ello se debe a que “los precios de las casas están subiendo como la espuma”, mientras que los detractores opinan que si el Estado vuelve a meter la pezuña será “lo mismo con lo mismo”.

Muchos, en cambio, no dan crédito a los comentarios y argumentan que, como ocurre con la mayoría de las bolas, ruedan y ruedan para terminar desinflándose como un globo.

“Yo creo que en esto, como en lo demás, pa´tras ni para coger impulso” afirma Susana, una veterana comunista, para quien “solo se trata de andar fastidiando (la palabra que empleó era mucho más fuerte) y porque la burocracia siempre está haciendo todo lo posible para que este país no avance y vivir a costa de las necesidades de la gente”.

Pero como no sería la primera vez que funciona aquello de “donde dije digo, digo Diego”, los más cautos apuestan a esperar a enero, a ver qué pasa…

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