Crónicas habaneras

El encuentro que el Ministerio de Finanzas y Precios, la Agencia de Contratación a Representaciones Extranjeras (Acorec), perteneciente al Ministerio de Comercio Exterior, y la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT) sostuvieron con los trabajadores de Acorec para que conocieran la nueva disposición de gravar lo que ellos reciben como gratificaciones, despertó la irritación de los allí reunidos. SUSPENDIDAS LAS REUNIONES SOBRE EL IMPUESTO A LAS GRATIFICACIONES

El encuentro que el Ministerio de Finanzas y Precios, la Agencia de Contratación a Representaciones Extranjeras (Acorec), perteneciente al Ministerio de Comercio Exterior, y la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT) sostuvieron con los trabajadores de Acorec para que conocieran la nueva disposición de gravar lo que ellos reciben como gratificaciones, despertó la irritación de los allí reunidos. La reunión quedó suspendida hasta nuevo aviso y otro tanto hicieron sus similares de Cubalse y otras entidades de menor monta. Cubalse nunca convocó y optó por una vía menos incómoda: quien tenga alguna duda que se comunique por correo electrónico o se persone en la agencia.

HOMOSEXUALES, GRATIS AL QUIRÓFANO

Médicos belgas especialistas en cambio de sexo ya entrenan a sus colegas cubanos para iniciar en la Isla el paso al otro bando. Según Reuters, unos 27 transexuales serían los primeros, de acuerdo a un proyecto apadrinado por Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual e hija de Raúl Castro. «El Ministerio de Salud Pública aprueba todo lo que hemos planteado de atención integral a personas transexuales», ha referido a la agencia inglesa. No obstante, un proyecto de ley sobre identidad de géneros y cambios legales de sexo está estancado por diversos motivos, como el machismo que pervive en la isla.

«PICA Y NO VUELA»

Las migraciones chinas de siglos atrás trajeron a la Isla el juego conocido como «la charada». Perseguido en épocas coloniales, semi-permitido en la pseudo-república y severamente sancionado por la Revolución, el juego se mantiene con una perfecta estructura clandestina. Los números son «cantados» en un país vecino y recibidos en la Isla. Del uno al 100, cada uno de ellos se identifica con un objeto, persona, animal, etc. Generalmente juegan cubanos de bajos ingresos. Hasta frases «clave» también se venden en el mercado negro, como la de «pica (corta) y no vuela». Una avispada jugadora llegó a la conclusión de que podía tratarse de un médico cirujano o un cuchillo. Apostó diez pesos cubanos (0,3 euros) al 58, que representa al cuchillo, y ganó 750 pesos (unos 23 euros).

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