En declaraciones a Prensa Latina, el primer ministro de Santa Lucía, Kenny D. Anthony, asegura que las relaciones que vinculan a su país con Cuba son fraternales y van mucho más allá de la diplomacia, un motivo por el que él no estaría nunca dispuesto a poner “a la venta” ese extraordinario clima bilateral. También afirma que gracias a esta visita oficial, que realiza en respuesta a una invitación del presidente cubano, Fidel Castro, la colaboración podrá ampliarse en muchas áreas relacionadas con la salud y la formación de los recursos humanos, dos sectores en los que la Isla ha consolidado grandes avances. En declaraciones a Prensa Latina, el primer ministro de Santa Lucía, Kenny D. Anthony, asegura que las relaciones que vinculan a su país con Cuba son fraternales y van mucho más allá de la diplomacia, un motivo por el que él no estaría nunca dispuesto a poner “a la venta” ese extraordinario clima bilateral. También afirma que gracias a esta visita oficial, que realiza en respuesta a una invitación del presidente cubano, Fidel Castro, la colaboración podrá ampliarse en muchas áreas relacionadas con la salud y la formación de los recursos humanos, dos sectores en los que la Isla ha consolidado grandes avances.
-¿Cómo definiría el estado actual en que se encuentran las relaciones entre el país que usted preside y Cuba?
-Tengo que decir que las relaciones bilaterales son extraordinarias ahora como lo han sido antes y que estas relaciones no se venden porque son como las que se establecen entre hermanos. Los vínculos que existen entre nuestras dos naciones están basados en un profundo respeto mutuo y tienen un carácter absolutamente fraternal. Por supuesto que esta visita oficial que he realizado a Cuba va a servir también para reforzar aún más los vínculos y que he estado encantado de venir aqui y aceptar así la invitación directa que recibí del presidente Fidel Castro. Además, lo que Cuba ha hecho por Santa Lucía a lo largo de los años son cosas que ningún otro país ha sido capaz de hacer. Y esos hechos constantes y contrastados por los que esta nación no pidió nunca nada a cambio. Y eso es un testimonio de amistad, un ejemplo de hermandad sincera y de compromiso que va mucho más allá de las simples relaciones diplomáticas. Por eso me he sentido muy honrado al visitar el Memorial José Martí, en la Plaza de la Revolución, y depositar allí una ofrenda floral en su homenaje.
-¿Qué opina de las iniciativas médicas realizadas en el marco de la “Operación Milagro”?
-La “Operación Milagro” es una muestra más de la solidaridad cubana y de la transcendencia que actos, como estos, han permitido que varios miles de pacientes latinoamericanos de pocos recursos económicos puedan operarse gratuitamente. Y esta visita me ha permitido conocer de primera mano lo que sucede, al hablar con médicos, responsables y enfermos. La medicina cubana siempre ha sido muy respetada en la región y mi país también se ha beneficiado de los avances registrados por la isla en este campo, sobre todo gracias a la formación que han recibido en los centros de enseñanza de este país los estudiantes de esta disciplina de Santa Lucía. Han tenido suerte de estar en un país como éste donde la formación y los conocimientos, especialmente en determinadas ramas como la oftalmología, han alcanzado una dimensión que no tiene nada que envidiar a los países desarrollados. Cuba se toma estos asuntos con verdadera pasión y cumple con el deber de asegurar el derecho a la atención médica de la población. Es como si aquí se hubiera retornado a la práctica inicial de la medicina, sin interés comercial.
-¿Qué impresión recibió del encuentro que ha mantenido con el presidente de Cuba, Fidel Castro?
-Hemos conversado largamente en la sede del Consejo de Estado y, como era previsible, la charla ha tenido lugar en un clima cordial y afectuoso, que se corresponde con los profundos vínculos bilaterales entre ambas naciones de los que he hablado antes. Y precisamente este encuentro es uno de los elementos que aseguran que en el futuro se van a reforzar aún más las relaciones de amistad y cooperación existentes entre ambas naciones. Santa Lucía y Cuba establecieron relaciones diplomáticas hace muchos años: el 23 de agosto de 1979 y desde entonces hasta la fecha, debo repetir que Cuba ha prestado una apreciable colaboración a Santa Lucía que se ha extendido principalmente a esferas tan importantes para el desarrollo de un país como son la salud y la formación de recursos humanos. Y ahora esa cooperación va ampliarse. Por aquí ha pasado ya 235 becarios de Santa Lucía que cursaron sus estudios en los centros cubanos de educación, 214 de ellos en las universidades. Y ahora mismo hay otros 162 estudiantes de Santa Lucía formándose en este maravilloso país.
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Kenny D. Anthony Primer Ministro de Santa Lucía
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