Ciclones

Cuba se prepara para la temporada ciclónica activa con alerta temprana y apoyo internacional

El Instituto de Meteorología anticipa 15 ciclones tropicales en la región, reforzando la colaboración internacional para enfrentar posibles emergencias.

Huracán

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Con el inicio oficial de la temporada de huracanes, Cuba prepara sus sistemas de alerta temprana ante la previsión de una actividad ciclónica elevada debido al cambio climático, potenciando la gestión del riesgo con apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Con la llegada de la temporada de huracanes, el Instituto de Meteorología de Cuba prepara sus modelos de alerta temprana y las autoridades del país se centran en la gestión de riesgos con el apoyo de instituciones locales e internacionales, como el Programa Mundial de Alimentos.

Comparado con la media histórica de la región, este año se espera una temporada ciclónica activa, con la posibilidad de formación de 15 ciclones tropicales, 10 en el Atlántico, 3 en el Mar Caribe y 2 en el Golfo de México, aseguró a la Agencia Sputnik la jefa del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet), Ailyn Jústiz.

Según la especialista, las condiciones oceánicas y atmosféricas fundamentales que regulan la actividad ciclónica tropical sobre el océano Atlántico, el Golfo de México y el Mar Caribe serán favorables para esa mayor actividad.

En el área del Caribe, Cuba y México son los únicos países que elaboran sus propios pronósticos para la temporada de huracanes. Dichas investigaciones, a diferentes escalas, están encaminadas a la detección temprana de los cambios atmosféricos y permiten «comprender mejor los procesos y permitir la toma de decisiones que repercutan en la protección de la sociedad y la economía», apuntó.

Tales pronósticos representan un aviso temprano de lo que puede ocurrir durante la temporada ciclónica, pero además contribuyen a la fase de preparación o gestión de reducción de riesgos, y a la toma de decisiones por parte de las autoridades en asuntos de interés para la seguridad nacional, aseguró Jústiz.

Debido al calentamiento global, los modelos climáticos globales predicen que los huracanes probablemente causarán lluvias más intensas y más riesgos de inundaciones costeras, debido a una mayor marejada ciclónica, causada por el aumento del nivel del mar, señaló la especialista del Insmet.

Si bien la frecuencia global de las tormentas podría mantenerse sin cambios, señaló Jústiz, los huracanes que se forman en el área del Caribe tienen mayor probabilidad de intensificarse debido al cambio climático.

Asimismo, explicó que las temperaturas más cálidas del aire pueden contener más vapor de agua, y ese aumento de la humedad «provoca lluvias más intensas, especialmente durante fenómenos extremos».

De hecho, puntualizó, algunos estudios indican que «el cambio climático conlleva un ligero aumento en la intensidad de los vientos huracanados, este cambio probablemente esté relacionado con el aumento de la temperatura superficial del mar y una mayor humedad en el aire, factores que impulsan los huracanes».

Actualmente se realizan investigaciones encaminadas a conocer los futuros efectos del cambio climático en los ciclones tropicales, indicó, pero todo indica que aunque haya menos tormentas, las que se forman tienen una mayor probabilidad de volverse más fuertes.

RESPUESTA DE EMERGENCIA

El Programa Mundial de Alimentos llegó a Cuba tras el paso del huracán Flora, en octubre de 1963, y trabaja en los temas de respuesta de emergencia junto a las autoridades cubanas, dijo a la Agencia Sputnik el representante de esa agencia de Naciones Unidas en la isla, Etienne Labande.

Actualmente, precisó, existe un vínculo muy fuerte con el sistema de la Defensa Civil en la nación caribeña, que tiene diseñado un programa de medidas en caso de situaciones excepcionales.

El PMA cuenta con un «fondo rotativo», el cual está conformado por aceite, arroz y granos, y si esos recursos no se emplean para una respuesta de emergencia vinculada con desastres naturales, como los huracanes, entonces se destinan a programas de «respuesta a la vulnerabilidad» dirigidos a adultos mayores, mujeres embarazadas y niños, entre otros, indicó Labande.

Por su parte, el director general de colaboración del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, William Díaz, dijo a Sputnik que dicho «fondo rotativo» ha resultado muy eficaz para atender de manera inmediata a poblaciones afectadas ante fenómenos naturales.

Cuba tiene un proyecto con varias agencias de la ONU dirigido a garantizar los recursos, no solo alimentarios, ante esas situaciones de desastres naturales, precisó el funcionario.

El 1 de junio comenzó la temporada ciclónica, que durará hasta el 30 de noviembre, y las autoridades cubanas valoran la consolidación de mecanismos como este, que permite «liberar esos recursos de manera inmediata para atender algunos de los daños que pueden haber sido causados por estos eventos meteorológicos», apuntó Díaz.

Cuba recibió el pasado 18 de junio una donación de 469,2 toneladas de aceite de girasol vitaminado procedente de Rusia que se destinará a la asistencia a la población de la isla afectada en algún tipo de situación de emergencia.

Ese donativo se realizó en el marco de la colaboración de Moscú con el PMA y ya anteriormente, en el 2023, la nación euroasiática había entregado al país caribeño 650 toneladas de aceite de girasol, como parte de ese proyecto conjunto.

También en el 2024, Rusia hizo llegar al sistema de salud cubano módulos de emergencia y medicamentos, así como equipos de rescate y salvamento, bolsas sanitarias de primeros auxilios y filtros para la purificación de agua.

Este tipo de donaciones permiten a las autoridades cubanas contar con recursos que emplean en la respuesta de emergencia, justo cuando el país atraviesa grandes problemas económicos que, unido a las sanciones estadounidenses, limitan la adquisición de suministros necesarios en la gestión ante desastres.

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