Antes del primer ladillo, el bloque subrayó “el carácter antiimperialista y solidario” de la alianza y reafirmó su compromiso con la proclamación de la CELAC que define a América Latina y el Caribe como zona de paz. En paralelo, los socios situaron el foco en las últimas decisiones de la Casa Blanca sobre Cuba, incluida la reversión de flexibilizaciones y el endurecimiento de controles al turismo y a las transacciones con entidades vinculadas al estamento militar de la isla.
La declaración: bloqueo, sanciones y llamada a la paz regional
La ALBA-TCP denunció “el reforzamiento extremo del bloqueo económico, comercial y financiero” contra Cuba y lo calificó de contrario al derecho internacional. El documento, leído por Nicolás Maduro, condena asimismo “chantajes diplomáticos y campañas mediáticas” que, a su juicio, amenazan la seguridad regional y la cooperación entre “naciones libres”
En su mensaje final, los Estados miembros ratificaron “la decisión de seguir siendo vanguardia en la defensa activa” de la zona de paz latinoamericana, un compromiso que el bloque vincula a la estabilidad hemisférica y al respeto a la soberanía de cada país
Qué ha cambiado en la política de EEUU hacia Cuba
En las últimas semanas, Washington ha actualizado su marco sobre Cuba, reeditando la línea dura de años anteriores: reimpulso del embargo, prohibición efectiva del turismo y ampliación de listas de entidades restringidas vinculadas a la órbita castrense. La nueva hoja de ruta también endurece auditorías de viajes y limita remesas y operaciones que, según EEUU, “benefician desproporcionadamente” a estructuras militares o de seguridad
A juicio de las capitales aliadas de La Habana, ese giro agrava la crisis económica y la precariedad energética en la isla, y tensiona la relación de EEUU con América Latina
El bloque vincula el endurecimiento de sanciones a un deterioro del clima regional y reclama que se privilegie el diálogo sobre la presión unilateral
El despliegue en el Caribe que elevó la tensión
La cumbre se convocó tras el anuncio de la Casa Blanca de un despliegue naval en el Caribe, con tres buques y unos 4.000 efectivos, como parte de una operación contra el narcotráfico con énfasis en el entorno de Venezuela. Aunque Washington enmarca el movimiento en la lucha contra las drogas, varios socios de la ALBA-TCP lo perciben como una escalada con riesgos de incidentes en aguas internacionales
Los gobiernos de la ALBA-TCP exigen evitar pasos que puedan interpretarse como provocaciones y piden garantías de respeto a la soberanía y al derecho del mar
Cronología reciente: de la orden presidencial al cónclave de la ALBA-TCP
Fecha | Hecho principal | Actores |
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30 de junio de 2025 | La Casa Blanca reemite y endurece la directiva sobre Cuba: refuerza el embargo, reimpone la prohibición de turismo y ordena ampliar las listas de entidades restringidas | EEUU (Presidencia; Departamento de Estado) |
14 de julio de 2025 | Entran en vigor nuevas incorporaciones a la lista de alojamientos y entidades cubanas sujetas a restricciones | Departamento de Estado de EEUU |
19 de agosto de 2025 | EEUU confirma el envío de tres buques y unos 4.000 militares al Caribe, cerca de Venezuela, dentro de una operación antidroga | Casa Blanca; Fuerzas Armadas de EEUU |
20–21 de agosto de 2025 | **XIII Cumbre Extraordinaria** de la **ALBA-TCP**: respaldo a **Cuba**, condena a las **sanciones** y rechazo a la **escalada** militar | Estados miembros de la ALBA-TCP |
Qué viene ahora
La ALBA-TCP emplaza a sostener canales de diálogo y a frenar la lógica de sanciones y despliegues como vía de presión política. Si en las próximas semanas la Casa Blanca concreta nuevas adiciones a sus listas o actualiza su régimen de viajes y remesas, el bloque promete responder coordinadamente con una diplomacia activa y apelaciones a foros regionales
El pulso entre la Casa Blanca y la ALBA-TCP se librará en paralelo al frente económico y al de seguridad, con impacto directo en Cuba y en la estabilidad del Caribe
Cierre. La cumbre extraordinaria deja dos mensajes: el bloque latinoamericano no cederá en su respaldo a Cuba y soslaya la confrontación militar en favor de una salida negociada. El movimiento de EEUU en el Caribe, unido al renovado andamiaje de sanciones, marcará el tono de una agenda regional que vuelve a orbitar entre presiones y llamadas a la paz.