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Bloque Comercial

Cuba denuncia en la ONU el impacto del bloqueo que impone EEUU desde hace más de 60 años

Díaz-Canel inició su discurso asegurando que llegó a la Asamblea de la ONU llevando "la voz del Sur, la de los explotados y vilipendiados".

Miguel Díaz-Canel

Miguel Díaz-Canel

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel denunció este martes el impacto negativo del bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU impone a la isla desde 1962, durante su discurso en el debate del 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

«Hace 60 años Cuba sufre un bloqueo económico asfixiante, concebido para destruir sus ingresos y nivel de vida, padecer escasez continua de alimentos, medicinas y otros insumos básicos y coartar sus potencialidades de desarrollo», enfatizó el mandatario cubano.

Díaz-Canel inició su discurso asegurando que llegó a la Asamblea de la ONU llevando «la voz del Sur, la de los explotados y vilipendiados», de pueblos diversos con problemas comunes, que expusieron sus principales problemas en la recién finalizada Cumbre del Grupo de los 77+China, efectuada en La Habana los días 15 y 16 de septiembre.

Recordó que en la Cumbre de La Habana, donde se reunieron más de 1.300 delegados de 116 países, incluidos 31 jefes de Estado y Gobierno, 12 vicepresidentes, y representantes de 12 organizaciones internacionales vinculadas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se alzaron voces para demandar cambios que ya no pueden posponerse más en –dijo- «un injusto, irracional y abusivo orden económico internacional que ha profundizado las enormes desigualdades».

Enfatizó que al G-77 los unió la necesidad de cambiar lo que no ha sido resuelto y la condición de «víctimas principales» de la actual crisis multidimensional global, por el abusivo intercambio desigual, de las brecha científica, tecnológica y la degradación del medio ambiente.

Díaz-Canel comentó que los países miembros del G-77+China, donde vive el 80 por ciento de la población mundial, no solo tienen el reto del desarrollo, sino también la responsabilidad de modificar las estructuras que los marginan del progreso global y convierten a muchos pueblos del Sur en laboratorios de renovadas formas de dominación.

«Urge un nuevo y más justo contrato global», enfatizó el presidente cubano.

Destacó que a solo siete años del plazo fijado para el cumplimiento de la esperanzadora Agenda 2030, el panorama internacional es desalentador, y al ritmo actual «no se alcanzarán ninguno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible y más de la mitad de las 169 metas acordadas serán incumplidas».

También denunció que en pleno siglo XXI, «ofende a la condición humana que casi 800 millones de personas padezcan de hambre en el planeta, que produce lo suficiente para alimentar a todos».

Insistió que, para lograr avanzar en los propósitos de la Agenda 2030, los esfuerzos de los países pobres tienen que estar respaldados con acciones concretas de accesos a mercados, financiamientos en condiciones justas y preferenciales, transferencia de tecnologías y cooperación Norte-Sur.

«No estamos pidiendo limosnas ni rogando favores», dijo Díaz-Canel, quien agregó que el G-77 reclama derechos y continuará demandando una transformación profunda de la actual arquitectura financiera internacional por ser «injusta, anacrónica y disfuncional».

El debate general se realizará desde este martes hasta el 26 de septiembre en Nueva York, bajo el lema «Reconstruir la confianza y reactivar la solidaridad mundial».

Los líderes mundiales discutirán diversas cuestiones globales, entre ellas acciones para acelerar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

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