Y SIGUEN ESPERANDO

Radio Bemba

Ya se celebró la última sesión del Parlamento correspondiente al 2012 y todo indica que los gays y las lesbianas tendrán que seguir esperando por un llevado y traído proyecto de ley para oficializar los matrimonios de personas del mismo sexo, porque de ese tema no se dijo ni pío. Ya se celebró la última sesión del Parlamento correspondiente al 2012 y todo indica que los gays y las lesbianas tendrán que seguir esperando por un llevado y traído proyecto de ley para oficializar los matrimonios de personas del mismo sexo, porque de ese tema no se dijo ni pío.

En los ambientes LGTB el tema es recurrente por todo lo que puede implicar para ese sector y desde hace tiempo se venía diciendo a nivel de calle que sería uno de los asuntos a tratar en la asamblea.

Jesús, un farmacéutico que vive con su pareja desde hace mucho, comentó lánguido que «estaba esperando la ley como cosa buena, pero por lo visto, nada».

La sexóloga Mariela Castro, hija del Presidente, dijo claramente en estos días que ya es hora de aprobar el proyecto de ley y aseguró que «la sociedad cubana está lista para eso y otros muchos cambios».

Mariela, que no tiene pelos en la lengua, añadió que todavía es insuficiente el trabajo para erradicar toda forma de discriminación, incluida la homofobia.

Como ha ocurrido en otros países donde leyes similares se han aprobado o avanzan en su discusión, la gente en general dice estar de acuerdo con ello, pero la cosa se complica cuando sale a relucir el tema de tener hijos o adoptarlos.

Algunos liberales como Camila, una estudiante universitaria, advierten que «tan conflictivo puede ser que dos hombres o dos mujeres críen a un niño, como que una madre o un padre soltero asuma en solitario esa responsabilidad, y los hay bastantes».

Otros, como Cacha, una mulata entrada en años, aseguran que «quién ha visto eso: un niño tiene que tener un padre y una madre, de verdad, lo demás es invento».

Hay quienes dicen que de aprobarse la legislación habría que cambiar la Constitución, y «ya el país está metido en demasiados rollos al mismo tiempo, para embarcarse en otro más».

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