Gente, gente, gente

Una de las estrellas del béisbol cubano, el jardinero Frederich Cepeda, de 34 años, acaba de dar un salto muy importante en su carrera al calor de los cambios promovidos por las autoridades de la Isla, al sellar contrato con los Gigantes de Yomiuri, de la Liga Central de Béisbol de Japón. Una de las estrellas del béisbol cubano, el jardinero Frederich Cepeda, de 34 años, acaba de dar un salto muy importante en su carrera al calor de los cambios promovidos por las autoridades de la Isla, al sellar contrato con los Gigantes de Yomiuri, de la Liga Central de Béisbol de Japón.

Al confirmar la noticia de la rúbrica del contrato, Cepeda dijo que se trata de “un club emblemático con muchos logros en la liga profesional japonesa, que para mí es como los Yanquis de Nueva York en EEUU”.

En declaraciones a la emisora Radio Rebelde desde la central ciudad de Sancti Spíritus Cepeda se abstuvo de brindar datos sobre el monto del contrato y dijo que viajará en mayo a Japón para jugar hasta noviembre antes de regresar a la Isla. Sin embargo, extraoficialmente se conoce que el contrato supera el millón de dólares, con lo cual Cepeda se convierte en el primer jugador cubano de béisbol que alcanza un pago millonario sin abandonar su país.

La contratación del jardinero todavía en activo fue gestionada por la Federación Cubana de Béisbol y es parte de la nueva política de las autoridades de la Isla, que desde el pasado año autorizaron a sus deportistas no solo a ser contratados en el exterior, sino a obtener para sí el total del pago previsto en el acuerdo.

Al respecto aseguró que “va a ser un cambio muy brusco, un nuevo pitcheo, un nuevo béisbol, otra cultura y forma de vida, pero voy con buena disposición y buscaré concentrarme, trabajar fuerte para sacar todo lo positivo de ese nuevo reto, aprender y jugar tratando de tener un buen resultado”.

Bateador ambidiestro, Cepeda mantiene un promedio de 329 y acumula 260 cuadrangulares en 17 temporadas con el equipo de su provincia natal, Sancti Spíritus. Desde el año 2002 integró el equipo nacional de Cuba con el que participó en las tres ediciones del Clásico Mundial, acumulando seis jonrones. También integró la novena de Cuba campeona en los juegos olímpicos de Atenas 2004 y subcampeona en Beijing 2008.

Debido a una política ya caduca de mantener el amateurismo en el béisbol, según datos oficiales hasta la fecha muy pocos peloteros cubanos en activo actuaron en ligas extranjeras.

En 2013, el jardinero Alfredo Despaigne se desempeñó con los Piratas de Campeche, de la Liga Mexicana de Béisbol, contrato que renovó este año, mientras que a principio de esta década, Omar Linares jugó en la pelota profesional de Japón.

Sin embargo, numerosos cubanos abandonaron el país para probar suerte en las Grandes Ligas en Estados Unidos, con contratos multimillonarios, como el jardinero Yasiel Puig, que juega con los Dodgers de Los Angeles; Aroldis Chapman, relevista de los Rojos de Cincinnati, o el primera base José Dariel Abreu, con los Medias Blancas de Chicago, pues el embargo de EEUU contra Cuba prohíbe cualquier tipo de transacción con el gobierno cubano.

Tomás Sánchez, uno de los pintores cubanos contemporáneos más admirados, está plenamente satisfecho porque después de bastantes años lejos de las galerías habaneras, ha vuelto con una exposición, ‘Notas al paso’, en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, en La Habana Vieja.

Sin embargo, para sorpresa de sus admiradores, la naturaleza de su Isla aparece allí recreada e una manera distinta, no en la pintura minuciosa e hiperrealista de sus fabulosos paisajes, sino a través del lente de la cámara.

“Siempre he hecho fotografía, pero nunca se me había ocurrido exponerla, pero hace cuatro años tuve un infarto y mi médico de cabecera, que es un gran fotógrafo además, me dice: ¿por qué no haces una exposición de tu fotografía? Él la conocía porque yo se la enseñaba en mi computadora. Yo no creía mucho en esa posibilidad, insistió y me dijo: “Yo te voy a ayudar a seleccionar y vamos a editar algunas”. Hice la primera exposición y tuvo muy buena aceptación, y esta es la quinta exposición de fotografía». “Uno al pintar pierde la noción del tiempo, En la fotografía, en cambio, uno lucha, corre detrás del tiempo, para que no se le vaya el momento y poder congelarlo en la foto”.

Tomás es posiblemente el artista cubano que más vende y es altamente cotizado, pero asegura que “para mí eso no es lo primario, a mí el mercado se me abrió solo; por ejemplo, yo veo artistas corriendo detrás de un galerista y digo, bueno, sí, tienen que vender su obra, lo necesitan para vivir, pero hay quien lo hace con dignidad y hay quien pierde toda dignidad y se vende a los galeristas.

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