Una nueva campaña para el incremento artificial de la lluvia en Cuba comenzará el próximo 15 de septiembre, según ha informado el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH). Con ese propósito, se utilizará un avión ruso Yak-40, que actuará sobre la zona oriental del país, la más afectada por la sequía. Una nueva campaña para el incremento artificial de la lluvia en Cuba comenzará el próximo 15 de septiembre, según ha informado el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH). Con ese propósito, se utilizará un avión ruso Yak-40, que actuará sobre la zona oriental del país, la más afectada por la sequía.
En concreto, este avión “bombardeará” las nubes con pirocartuchos de yoduro de plata, un reactivo químico que facilita el proceso que origina la lluvia. Si bien, dependerá de la existencia de condiciones necesarias para lograr su efectividad. Por ello, y debido a la larga duración de la sequía, el proyecto se prolongará durante dos meses.
Cuba atraviesa el periodo más seco en más de 100 años y, así, los 242 embalses administrados por el INRH se encuentran, como promedio, tan sólo en el 36% de su capacidad total. Y 25 de ellos están secos o en el llamado “punto muerto”, según informa la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Para incrementar la capacidad de enfrentarse a esta brutal sequía, que según los pronósticos amenaza con extenderse hasta abril del próximo año, se han tomado medidas conjuntas con el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil. En ese sentido, se han establecido grupos temporales de trabajo en las provincias y territorios afectados, cuya función es monitorear la cantidad de agua usada por los consumidores estatales y formas no estatales de gestión en sus procesos productivos, entre otras acciones.
También se prioriza el cumplimiento del programa de reducción de pérdidas con la rehabilitación de redes y la supresión de fugas de agua, y el reordenamiento del servicio de distribución ajustado a las condiciones de cada territorio. Además, a esas medidas de carácter urgente, se suma la constante información a la población a través de los medios de comunicación sobre los pronósticos y necesidad de ahorro, y el reforzamiento de las acciones de vigilancia y control para frenar las ilegalidades en la infraestructura hidráulica.
