A los muchos problemas que están enfrentando los cubanos, ahora parece sumarse uno más pues en los últimos días medios informativos dieron cuenta de la aparición de ejemplares del temido caracol gigante africano, en lugares tan distantes como la ciudad de Caibarién, en el centro de la isla, y Santiago de Cuba, en el extremo oriente.
Conocido científicamente como Achatina fulica, este tipo de caracol ya fue detectado y erradicado en otros lugares del país, pero su enorme capacidad de reproducción al parecer hace muy difícil su erradicación, algo más preocupante cuando es reconocido por los científicos como una de las especies invasoras más peligrosas del mundo, que al contacto con sus secreciones puede originar graves enfermedades como meningitis, bronquitis, trastornos intestinales y encefalitis.
El molusco está considerado por los expertos como una de las peores plagas de caracoles a nivel planetario, dado su efecto devastador sobre cultivos de distintas variedades, y se ha extendido a casi todas las zonas tropicales del mundo gracias a su fertilidad y a su gran poder de adaptación al medio.
Su llegada a Cuba sigue siendo discutida, y algunas versiones indican que fue traído desde áfrica por personas para hacer “trabajos” para las religiones afrocubanas.
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Había problemas y apareció el caracol africano
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