La falta de abastecimiento y la subida de los precios se han convertido en la principal preocupación de los cubanos tras el azote de los huracanes. Diversas fuentes de La Habana aseguran que las tiendas en divisas sí han conseguido llenar sus estanterías con frutas, verduras y otros alimentos. La falta de abastecimiento y la subida de los precios se han convertido en la principal preocupación de los cubanos tras el azote de los huracanes. Diversas fuentes de La Habana aseguran que las tiendas en divisas sí han conseguido llenar sus estanterías con frutas, verduras y otros alimentos. Todo lo contrario de lo que ocurre en el resto de la capital, en la que el mercado negro se ha convertido en algo vital, ya que se pueden encontrar productos de todo tipo, desde alimentos, combustible hasta materiales de construcción. En el principal agromercado de Vedado, el precio del kilo de tomates era 40 pesos, el de pepino 20 y el de ajo 16, casi el doble en todos los casos de lo que costaba antes de los huracanes. El precio de otros productos, como la cebolla, ha aumentado entre un 50% y un 100% y el salario medio mensual en Cuba es de 408 pesos, aproximadamente 13 euros. Los cubanos se enfrentan a una situación límite, que muchos han comparado con la crisis de los años 90. No es para menos. Los datos de pérdidas tras los huracanes incluyen 700.000 toneladas de alimentos, 12.000 toneladas de carne porcina (un 8 % de lo producido en la Isla el año pasado) y casi dos millones de litros de leche dañados. Por si fuera poco, el diario oficial Granma confirmaba que en septiembre se comercializó en la mayor de las Antillas un 80% menos de hortalizas y verduras que las cifras registradas durante el pasado agosto.
