Moreno y con una pinta que lo hacen parecer un habanero común y corriente, aunque realmente es colombiano, Ernesto Londoño anda por estos días paseando por La Habana sin preocupación y husmeando la realidad de la isla en todos los lugares a donde le es posible llegar. Moreno y con una pinta que lo hacen parecer un habanero común y corriente, aunque realmente es colombiano, Ernesto Londoño anda por estos días paseando por La Habana sin preocupación y husmeando la realidad de la isla en todos los lugares a donde le es posible llegar.
Ese nombre, desconocido para los cubanos hasta el otro día, se ha hecho familiar, pues como periodista y miembro nada menos que del Consejo Editorial del periódico estadounidense The New York Times, desde hace semanas impulsa el tema Cuba en las páginas del influyente rotativo, abordando incluso, temas extremadamente sensibles dentro de la política de Washington hacia La Habana.
Su presencia en la isla la anunció el propio Londoño en Twitter: «Feliz de estar en La Habana en este viaje de trabajo. ¿Sobre qué temas sienten curiosidad?», preguntó a sus muchos seguidores.
Como parte de su recorrido habanero, visito el diario oficial Granma, aunque las páginas del órgano oficial del Partido Comunista de Cuba no hicieron comentario alguno sobre el hecho, y también la oficina de la revista OnCuba que sí de inmediato dio cuenta del diálogo entre periodistas.
De sus primeras impresiones dijo que en tan pocos días desde su llegada «no logro formarme una impresión completa aún. Pero lo que más me ha llamado la atención es que se ven muchos negocios, mucha gente emprendedora y creativa que ha logrado desarrollar proyectos importantes a pesar de los desafíos que todavía siguen siendo considerables”.
«Lo otro que me llamó la atención, es que cuando yo vine la otra vez (hace más de diez años) era muy difícil tener conversaciones sobre temas sensibles y que la gente se expresara sobre problemas con el gobierno o sobre el día a día. En ese momento lo percibía. Ahora siento que hay espacios mucho más libres para que la gente se exprese».
Sobre la serie de editoriales que han repercutido en toda la prensa mundial, aclaró que «al principio la idea fue hacer solo un editorial, pero la reacción fue muy interesante y decidimos darle continuidad. Como todos los periódicos, The New York Times tiene interés en expandir sus audiencias y este es uno de los mecanismos para atraer más lectores fuera de Estados Unidos. Pero no es que alguien del gobierno, ni ninguna persona con interés de lobby nos haya puesto el tema. Surgió de forma espontánea, orgánica, y ha generado mucho interés, mucho debate y sentimos que podemos seguir alimentando este proceso».
Y como buen publicista deja el tema en vilo: «Solo les puedo aconsejar una cosa: sigan leyendo».
La Habana se encuentra en el umbral de coronarse como una de las siete ciudades más maravillosas del mundo, y mientras, recorre sus calles el británico Jean-Paul de la Fuente, director de N7W Foundation, promotora de esa iniciativa.
De visita en este archipiélago, De la Fuente estuvo la última semana, durante la cual se entrevistó con el historiador de La Habana, Eusebio Leal, en una aproximación con autoridades y, sobre todo, con el pueblo cubano, según explicó. En una reunión con la prensa en el Hotel Parque Central, el economista internacional de profesión y publicista dijo que muchas personas en el mundo quieran a La Habana y votan por ella.
Recordó que este es el tercer concurso que organiza la Fundación New 7 Wonders (creada en 1999 en Suiza), con el antecedente de las 7 Maravillas del Mundo Moderno, y las 7 Maravillas de la Naturaleza (ahora 7 Ciudades maravillosas).
Reconoció que el concepto es sencillo, pues «maravilla es simplemente lo que piensa la gente, de ahí que el resultado ocurra a partir de la votación mundial».
Señaló que en la decantación de 77 urbes a 28 tomó parte un jurado, liderado por el ex presidente de la Unesco Federico Mayor.
El 7 de diciembre próximo estará el veredicto, pero invitó a los cubanos a votar, y a las autoridades a facilitar esta acción mediante las comunicaciones disponibles y los medios de prensa.
De la Fuente se mostró optimista sobre las posibilidades de La Habana en el concurso, y recalcó que clasificar estimula al turismo, como ocurrió en los escenarios anteriormente galardonados.
Las restantes competidoras finalistas son Vigan, Doha, Reykjavik, Londres, Ciudad de México, Beirut, La Paz, Durban, Chicago, Quito, Perth, Barcelona y Kuala Lumpur.